Sao Paulo, 20 may (EFE).- El temor de los inversores del mercado
brasileño, debido a la crisis europea, dejó hoy a la bolsa de Sao
Paulo hundida en los 58.192 puntos, tras una caída del 2,51% en su
índice Ibovespa.
La crisis del euro sirvió de nuevo hoy como acicate para que los
inversores buscaran activos seguros y dejaran de lado los corros, en
especial los de los países emergentes, más volátiles y siempre más
expuestos a los rápidos vaivenes.
El principal indicador de la bolsa paulista perdió hoy 1.497
unidades con respecto al cierre del miércoles, en su sexto cierre
consecutivo de pérdidas moderadas, que renuevan cada día los mínimos
anuales, ahora equivalentes a la cota en la que se movía en
septiembre del año pasado.
No obstante, la caída de la mayor bolsa de América Latina hoy fue
inferior a la de Wall Street (-3,60%), lo que ha sido toda una
novedad en las últimas fechas.
Sin embargo, hoy se salvó de las pérdidas el sector inmobiliario,
que se recuperó de los últimos varapalos sufridos, con un avance
destacado para la subida del 5,50% de las acciones ordinarias de la
empresa PDG Realt, la mayor alza del día.
Pero este no fue el movimiento de 55 de las 66 acciones que
componen el selectivo Ibovespa de acciones líderes, que cerraron en
rojo, con un desempeño especialmente negativo para sectores
importantes como el minero y el petrolero.
Las acciones preferenciales de la minera Vale, las más buscadas,
cayeron un 3,84% y las similares de la petrolera Petrobras, segundas
en la lista de negocios, lideraron las pérdidas con un descenso del
3,92%.
Estas dos empresas, las dos mayores de Brasil, encabezan las
pérdidas en las últimas jornadas de forma sistemática, por el
reflejo de la crisis en la caída de precios de los metales y del
petróleo en los mercados internacionales.
En el conjunto del parqué, se anotaron 481.406 operaciones
financieras y el volumen de negocios ascendió a 7.478 millones de
reales (unos 4.018 millones de dólares).
En el mercado de divisas, el real brasileño siguió el ejemplo de
otras monedas y se depreció un 1,25% frente al dólar, que está
ganando un nuevo vigor por las aguas turbulentas en las que se mueve
la moneda única europea.
El billete verde cerró la sesión en el mercado brasileño cotizado
a 1,859 reales para la compra y 1,861 para la venta en el tipo de
cambio comercial. EFE