Lima, 13 abr (EFE).- La convocatoria de miles de personas a una
huelga mañana contra el proyecto cuprífero Tía María, de Southern
Perú Copper Corporation (SPCC) en la provincia de Islay, en el sur
peruano, genera hoy tensión en medio de llamados a mantener un clima
pacífico para evitar eventuales derramamientos de sangre.
Los pobladores de Islay se oponen a las intenciones de la minera,
controlada desde 1999 por capitales mexicanos, de utilizar las aguas
subterráneas de la zona, por considerar que se perjudicará a los
cultivos agrícolas.
El paro indefinido, que se prevé comenzará con bloqueos de
carreteras, ha sido convocado por la autodenominada Coordinadora
Provincial de Lucha Contra la Agresión Minera, y cuenta con el apoyo
de organizaciones de las regiones de Moquegua y Tacna (donde opera
SPCC).
Julio Gutiérrez, presidente del Frente de Defensa Ambiental de
Cocachacra, uno de los seis distritos de Islay, en la región de
Arequipa, pronosticó hoy que 10.000 pobladores se concentrarán
alrededor del puente Santa Rosa, que atraviesa la estratégica
carretera Panamericana Sur.
El dirigente manifestó a la Coordinadora Nacional de Radio (CNR)
que los pobladores tienen derecho a vivir según sus costumbres y
confió en que "se respete la voluntad de la mayoría de la población
del Valle de Tambo y la provincia (de Islay) que no quiere presencia
minera".
Por su lado, el representante de la Defensoría del Pueblo en
Arequipa, Manuel Amat, solicitó a la población de Islay mantener el
clima de paz y de tranquilidad, según citó hoy CNR.
También pidió que se eviten enfrentamientos en la próxima
audiencia pública el 19 de abril próximo en la localidad de Mollendo
(Arequipa), donde se presentará el Estudio de Impacto Ambiental de
Tía María.
El llamamiento a mantener la calma se da pocos días después del
fallecimiento de seis personas en enfrentamientos entre mineros
informales en huelga y las fuerzas del orden durante el despeje de
una carretera en Arequipa y diez meses luego de las protestas de las
comunidades indígenas de la Amazonía en la provincia selvática de
Bagua, que se saldó con la muerte de 24 policías y 10 civiles.
La Policía ha sido acusada de reprimir con armas de fuego las
protestas en distintas ocasiones, por lo que la defensora del
Pueblo, Beatriz Merino, recordó ayer que "el uso de armas letales
sólo está permitido en circunstancias específicas", tras condenar
también la anunciada toma de carreteras.
El economista peruano Pedro Francke criticó a Southern por
"querer sacar como sea" Tía María, a pesar de que hace unos meses un
90 por ciento de la población rechazó este proyecto en un
referéndum.
En una columna de opinión publicada hoy en el diario La
República, Francke señaló que el estudio de impacto ambiental de
Southern deja muchas dudas con respecto a cuánta agua quedará
disponible para los agricultores y arremetió, además, contra el
Gobierno de Alan García por pretender "seguir imponiendo nuevas
minas por encima de la voluntad de los pobladores y mantener
impuestos bajísimos a las existentes".
Pero el viceministro peruano de Minas, Fernando Gala, descartó
que la implementación del proyecto Tía María, que requiere siete
millones de metros cúbicos de agua, signifique una reducción de este
recurso para los agricultores de Tambo.
"La Autoridad (Nacional) del Agua, ha dicho que no afecta el
proyecto (Tía María) al agua subterránea y si así fuera está la
alternativa de la represa que es la que posiblemente la empresa vaya
a hacer", indicó ayer Gala al Canal N de televisión.
El proyecto cuprífero Tía María demandará una inversión de 949
millones de dólares y producirá unas 120.000 toneladas anuales de
este mineral.
Southern Perú, que extrae cobre desde 1960 en Toquepala, en la
región de Tacna, y en Cuajone, en la vecina Moquegua desde 1976,
obtuvo ganancias netas de 5.300 millones de dólares en los últimos
cinco años, tres veces más que el monto de su inversión, recordó
Francke. EFE