Buenos Aires, 7 ene (EFE).- El presidente del Banco Central de
Argentina, Martín Redrado, afirmó hoy que continuará al frente de su
cargo, aunque se mostró dispuesto a hacer "aportes" para implementar
el uso de millonarias reservas en divisas para pagar deudas, tal
como reclama el Gobierno.
"Vamos a seguir haciendo aportes profesionales para la ejecución
e implementación del Fondo del Bicentenario. Vamos a seguir
trabajando en esa instrumentación", sostuvo Redrado, a quien la
presidenta argentina, Cristina Fernández, le pidió ayer la renuncia
por su supuesta negativa a instrumentar un decreto que dispone el
uso de reservas.
El conflicto se desató por un decreto gubernamental "de necesidad
y urgencia" que crea el Fondo del Bicentenario, para el que ordena
disponer de reservas monetarias por 6.569 millones de dólares, con
el fin de afrontar vencimientos de deudas soberanas de este año.
Para eso, se emitió un título por similar monto a favor del Banco
Central.
En un comunicado divulgado esta madrugada, el Banco Central
reflejó su voluntad de "apoyar el cumplimiento de los objetivos que
persigue el Fondo del Bicentenario para la sustentabilidad y el
desendeudamiento, tendentes a contribuir al desarrollo económico del
país".
"En tal sentido, se reitera el compromiso de la institución de
propender al desarrollo de aquellas acciones que, desde su
incumbencia funcional, contribuyen al bienestar de la nación",
sostiene la nota que exhibe un giro en la posición de la
institución.
El presidente del instituto monetario, quien ayer se negó a
firmar la renuncia, se resistía desde hacía 15 días a tomar las
medidas previstas para llevar adelante el uso de reservas.
Esta actitud supone "un incumplimiento de sus deberes", aseguró
este miércoles el jefe del Gabinete argentino, Aníbal Fernández,
luego de pedirle la renuncia por orden de la mandataria.
Sin embargo, Redrado dijo hoy en sus breves declaraciones a
periodistas que seguirá trabajando "para garantizar la estabilidad
financiera y monetaria, mantener la estabilidad cambiaria y para
asegurar el crecimiento y la tranquilidad de todos los argentinos".
Por su parte, el vicepresidente del Banco Central, Miguel Ángel
Pesce, advirtió hoy que "una norma que tiene rango de ley debe ser
cumplida", en alusión al decreto firmado por Cristina Fernández.
Pesce dijo además que el directorio de la entidad se reunirá este
jueves para evaluar los pasos a seguir.
Redrado, cuyo mandato de seis años vence en septiembre próximo,
se reunió ayer con dirigentes contrarios al Gobierno, quienes le
dieron su apoyo y ratificaron las demandas judiciales que la
oposición ha presentado contra el uso de reservas para pagar de
deudas, a fines del mes pasado.
Fernández dictó el polémico decreto a mediados de diciembre
pasado, cuando el Parlamento había entrado en receso, con la excusa
de dar una buena señal a los mercados financieros internacionales,
de los que Argentina permanece apartada desde el cese de pagos de
2001 (102.000 millones de dólares), el mayor de la historia
financiera, a pesar de la reestructuración de 2005.
El conflicto estalla en momentos en que Argentina, con reservas
monetarias por más de 48.000 millones de dólares, se prepara para
hacer una oferta de refinanciación de bonos por unos 20.000 millones
de dólares en manos de acreedores que rechazaron la de 2005.
Redrado fue designado en 2004 con acuerdo del Senado y a
propuesta del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo y
antecesor de Fernández. EFE