Washington, 22 feb (EFE).- Toyota ha recibido citaciones del gran
jurado del distrito meridional de Nueva York y de la Comisión del
Mercado de Valores (SEC, por su sigla en inglés) para que entregue
"ciertos documentos" sobre defectos del acelerador que afectan
algunos de sus modelos.
El fabricante japonés reveló la solicitud de las autoridades
judiciales y bursátiles de Estados Unidos en documentos presentados
hoy ante SEC.
Según señaló Toyota, la petición de documentos por parte del gran
jurado se produjo el pasado 8 de febrero.
El 19 de febrero, la oficina de Los Ángeles de SEC pidió a Toyota
(cuya sede se encuentra en el estado de California) que entregara
"determinados documentos incluidos aquellos relacionados con la
aceleración fortuita de vehículos de Toyota".
La compañía japonesa añadió que "tiene la intención de cooperar
con las investigaciones y está actualmente preparando sus
respuestas".
La revelación se produce pocas horas antes de que los directivos
de Toyota acudan al Congreso estadounidense a declarar sobre los
problemas que afectan a sus vehículos y que han obligado a la
compañía a llamar a revisión alrededor de 8 millones de vehículos en
las últimas semanas.
Mañana, el presidente de Toyota en Estados Unidos, Jim Lentz,
comparecerá ante el subcomité de Supervisión e Investigaciones del
Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes para
empezar a responder a las cuestiones de los congresistas.
El miércoles está prevista la comparecencia del presidente
mundial de Toyota, Akio Toyoda, ante el mismo subcomité.
Hoy se supo que Toyota reconoció el pasado mes de julio que se
ahorró más de 100 millones de dólares con una llamada a revisión
limitada de 55.000 vehículos referente a los problemas con el
acelerador y efectuada en 2007.
Toyota tuvo que ampliar la revisión a 5,3 millones de unidades
después de la muerte de cuatro miembros de una familia cuyo
accidente fue capturado con toda su crudeza en una llamada a los
servicios de emergencia.
También hoy el rotativo The Detroit News dijo en su edición
digital que Toyota calificó a la Administración del presidente
estadounidense Barack Obama como "no amistosa" con el sector y que
endurecería las regulaciones para las compañías en documentos
internos que el fabricante ha remitido al Congreso estadounidense.
En concreto, Toyota se refería a la Administración Nacional para
la Seguridad en la Carretera (NHTSA, por su sigla en inglés) que
tiene la misión de velar por la seguridad del transporte viario en
el país.
NHTSA ha recibido veladas críticas en las últimas semanas por no
haber actuado contra Toyota durante la etapa de la presidencia de
George W. Bush tras detectar los primeros problemas en los
aceleradores de los vehículos del fabricante. EFE