Madrid, 27 oct (EFE).- El segundo y último día de huelga de los
tripulantes de cabina de la aerolínea española Iberia para pedir un
aumento salarial transcurre con tranquilidad en el aeropuerto de
Madrid-Barajas, desde donde hacen conexión cerca del 50 por ciento
de los pasajeros que transporta esta compañía.
Fuentes sindicales y de la aerolínea coincidieron en señalar a
Efe que hoy también se registra un cumplimiento "estricto" de los
servicios mínimos fijados por Fomento, por lo que todo se desarrolla
según lo previsto sin que la compañía se haya visto obligada a
reprogramar, de momento, ningún vuelo, agregó un portavoz de Iberia.
Disgusto y enfado a partes iguales es lo que manifiestan los
viajeros que hacen cola ante los mostradores de información de
Iberia de la Terminal 4 al verse sorprendidos por este paro de 48
horas, que ha llevado a la aerolínea a cancelar un total de 438
vuelos, que afectan principalmente a las conexiones de Madrid con
algunas de las principales ciudades españolas y del entorno europeo.
Fuentes de los sindicatos convocantes, Sictpla y CTA, insisten en
que ayer el seguimiento de la huelga fue del cien por cien, frente
al 5 por ciento que asegura Iberia.
Añadieron que el salario medio de los tripulantes de cabina es de
30.000 euros al año, frente a los 50.000 que indica la aerolínea
española.
La plantilla total media de los tripulantes de cabina de Iberia
está formada por algo más de 4.000 personas.
Iberia es hoy la compañía líder en España en las rutas entre
España y Europa y también en el mercado Europa-América Latina, según
fuentes de la aerolínea, que la semana pasada anunció la congelación
de salarios, así como jubilaciones anticipadas y un Plan Director
para hacer frente a la caída de los ingresos y la reducción de la
demanda.
De acuerdo con Iberia, la aerolínea tuvo en 2008 unos ingresos de
explotación de 5.450 millones de euros, con un EBITDA de 500
millones de euros y un beneficio neto de 32 millones de euros. EFE