Juanjo Galán
Helsinki, 28 sep (EFE).- Los gusanos, troyanos y virus
informáticos que conforman el "malware" o software malicioso son un
fenómeno que ha traspasado el mundo de los ordenadores para
convertirse en una amenaza cada vez más común en los teléfonos
móviles, según un experto finlandés en seguridad informática.
Jarno Niemelä, investigador del laboratorio de seguridad de la
compañía finlandesa F-Secure, especializada en este sector, explicó
hoy en un encuentro con la prensa en Helsinki que se han detectado
517 virus y troyanos dirigidos a los teléfonos móviles desde que
apareció el primer "malware" de este tipo en 2004.
Según Niemelä, la diversidad de plataformas operativas para
móviles dificulta ligeramente la proliferación de software
malicioso, ya que los "ciberdelincuentes" deben crear distintos
virus para Symbian, Blackberry, Android, Windows Mobile o el iOS de
Apple.
Sin embargo -añadió-, la descarga de aplicaciones y el acceso a
internet y a las redes sociales como Facebook o Twitter a través del
móvil son cada vez más habituales, lo cual incrementa el riesgo de
propagación de los virus informáticos y de contagio con troyanos que
buscan estafar al usuario.
"En 2009, entre el 50 y el 60 por ciento del "malware" para
móviles que detectamos tenía como fin obtener dinero de los
usuarios, pero este año el porcentaje se acerca al cien por ciento",
afirmó.
Hasta la fecha, el software malicioso para móviles más extendido
son los troyanos que envían mensajes SMS de precio elevado, sin que
el usuario lo sepa, a números premium, y cuyo coste se embolsa el
creador de esta falsa aplicación.
Este tipo de "malware" está a menudo escondido detrás de algún
contenido que el usuario quiere instalar en su teléfono móvil y,
según el experto finlandés, la mayoría procede de Rusia.
"Desde el punto de vista de los cibercriminales -explicó-, lo
malo de los SMS premium es que sólo funcionan en un país, por eso
ahora están buscando una forma de internacionalizarse".
Con ese objetivo han desarrollado los llamados "international
scam SMS", que consiste en registrar números de teléfono en algunos
países, a veces incluso ficticios, a los que el móvil infectado con
su troyano envía SMS a un precio que puede alcanzar los 12 dólares.
Otra modalidad de ciberestafa que empieza a extenderse es la de
las llamadas falsas: el usuario recibe una llamada de un número
desconocido que se corta en seguida, y cuando la devuelve, sin
saberlo, marca uno de estos números internacionales de alto coste
que contestan con un mensaje automático.
Niemelä advirtió que este tipo de actividad goza de total
impunidad, ya que "el usuario no sabe a quién pertenece ese número
ni cuánto le va a costar la llamada, no tiene a quién reclamar y no
hay nada que pueda hacer".
En los últimos meses, su compañía también ha detectado troyanos
que engañan al propietario de un teléfono móvil para que se
suscriba, sin ser consciente, a un servicio que más tarde tiene que
abonar.
"La víctima cree que está descargando un tono o realizando una
apuesta, cuando en realidad está aceptando suscribirse a un servicio
que va a tener que pagar hasta que se dé cuenta y lo cancele",
explicó.
La popularidad del iPhone de Apple en el mercado de los teléfonos
inteligentes también tiene sus desventajas, ya que buena parte del
"malware" que desarrollan los ciberdelincuentes utiliza su sistema
operativo iOS.
La última variante descubierta de troyano para el iPhone hace
saltar en la pantalla un mensaje que advierte del ataque de un
supuesto pirata y urge al usuario a pinchar en un enlace para
recuperar la seguridad del terminal.
"Lo único que pasa cuando pinchas en el enlace es que cambia la
imagen del fondo... y que pierdes cinco dólares", aseguró el experto
finlandés.
La compañía F-Secure, creada en Finlandia en 1992, es, junto a
Nokia, uno de los principales patrocinadores del foro "Mobile
Monday" (MoMo), que estos días celebra en Helsinki su décima reunión
anual.
MoMo es una comunidad internacional fundada en 2000 que aglutina
a empresarios y expertos de la industria del móvil con el objetivo
de promover la cooperación, el intercambio y la innovación. EFE