Brasilia, 5 feb (EFE).- Una intensa ola de calor que se abate
sobre la mayor parte de Brasil desde inicios de este año ha elevado
el consumo de energía a unos picos históricos, aunque no existen
riesgos de apagones, informó hoy un organismo oficial.
El Operador Nacional del Sistema Eléctrico difundió un informe en
el que señala que el consumo de electricidad en el país llegó este
jueves a 70.170 megavatios, que representan una marca histórica.
Asimismo, indicó que la demanda de electricidad aumentó durante
el primer mes del año un 12,1 por ciento en relación a enero del
2009, aunque aclaró que no hay riesgos de apagones, pues el país
tiene capacidad instalada para generar 107.000 megavatios.
La principal razón del aumento de la demanda, que fue atribuido
en parte a la recuperación de la economía nacional, han sido las
altísimas temperaturas que se han registrado en las últimas semanas
en varias regiones del país por la influencia del fenómeno El Niño.
Según la fuente, la recuperación de la actividad económica tras
el impacto de la crisis financiera global ha aumentado el consumo de
las industrias.
Sin embargo, la mayor parte del crecimiento de la demanda se debe
a "las elevadas temperaturas, cuyas máximas han sido superiores a
las medias históricas del período".
El Operador Nacional del Sistema Eléctrico agregó que la demanda
ha sido mayor en las residencias, por la "adquisición de nuevos
electrodomésticos y el uso intensivo de aparatos de refrigeración".
El impacto del intenso calor ha sido especialmente sentido en la
próspera región sureste del país y ha tenido particular intensidad
en ciudades de densa población, como Río de Janeiro, donde durante
enero ha habido picos de 45 a 48 grados de temperatura, con
sensaciones térmicas superiores a los 50 grados.
En las últimas semanas, los cariocas han llenado las playas por
las noches, algo inusual en los habitualmente calurosos veranos de
Río de Janeiro.
En el sur del país también se han registrado picos históricos y
en ciudades como Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do
Sul, las temperaturas han superado los 40 grados.
Las autoridades de esa región anunciaron hoy algunas medidas para
intentar contener el consumo de energía y atenuar los riesgos que el
calor puede suponer para la salud.
Una de ellas ha sido prohibir los partidos de fútbol y todo tipo
de eventos masivos entre las 10.00 y las 18.00 horas, a fin de que
las grandes concentraciones de personas sólo ocurran cuando el sol
empieza a caer. EFE