Eric San Juan
Ho Chi Minh (Vietnam), 27 sep (EFE).- La crisis económica ha
empujado a unos 60 pilotos españoles a emigrar a Vietnam, donde
además de tener unas mejores condiciones laborales, disfrutan de un
reconocimiento que dicen haber perdido en Europa.
"Aquí se sigue respetando la opinión y la decisión del
comandante, se nos dignifica como personas y profesionales, se
admira y se reconoce nuestro trabajo y eso es algo que en España se
había perdido en los últimos años", sostiene Iván Ollé, que
desembarcó en Ho Chi Minh (antigua Saigón) hace ahora un año
contratado por la aerolínea estatal, Vietnam Airlines.
Este experimentado aviador, que antes trabajó en compañías de
España, Francia e incluso de la República Centroafricana, no se lo
pensó dos veces cuando recibió la oferta para venir a Vietnam,
aunque sienta añoranza por la familia.
"La vida en Saigón es fácil, es una ciudad segura, la gente es
amable y la compañía nos da un trato muy favorable, pero echo mucho
de menos a mi familia y estoy buscando un buen colegio para que mi
mujer y mis hijos vengan", explica.
La buena experiencia de Ollé, pionero entre los pilotos
españoles, pronto animó a otros profesionales de la aviación, que
han encontrado en el país asiático la estabilidad laboral que no
tenían en España, algunos de ellos provenientes de Air Comet, que
cesó sus operaciones el pasado mes de diciembre.
Cubierto por un enorme impermeable de plástico, imprescindible en
plena temporada de los monzones, Iván se desenvuelve con naturalidad
a bordo de su pequeña motocicleta, adaptado al enjambre de
ciclomotores que mueve en todas las direcciones a base de continuos
bocinazos.
"Una vez que aprendes a conducir en este caos, ya has superado la
prueba para vivir en Vietnam, aunque lo más difícil es aprender el
idioma, por ejemplo, si dices 'Thay Ban Nha' puedes decir España o
'te vendo mi casa'. Es una lengua imposible", bromea.
La aerolínea vietnamita precisa de pilotos extranjeros con
experiencia con la finalidad de desarrollar sus planes de expansión,
por lo que está reclutando a decenas de ellos.
Felipe Martín, un madrileño de 38 años que comenzó a trabajar
para Vietnam Airlines hace seis meses animado por su amigo Iván
explica que en el país indochino "las aseguradoras les exigen a las
aerolíneas un porcentaje de comandantes con titulación en el
extranjero".
Instalado con su mujer y sus hijos de corta edad, con un salario
que triplica el que tenía en España y un contrato que le permite
disfrutar de dos semanas de descanso cada 75 días y vuelos gratuitos
a España, Felipe planea quedarse unos cuantos años en el Sudeste
Asiático contento por al "trato exquisito a los pilotos".
"Me veo aquí cinco años y si el mercado es aceptable me volveré a
España, o si no a otro país", dice.
Para este aviador que trabajó durante once años en distintas
compañías españolas, esta aventura "es una vuelta a la antigua
aviación, al respeto que tenían los pilotos hace cuarenta años en
España".
"En nuestro país, la profesión está ninguneada, no es de futuro.
Creo que a largo plazo volverá a ser lo que era, pero de momento en
España las empresas tienen la sartén por el mango", protesta.
Todas estas ventajas han convertido a Vietnam en los últimos
meses en uno de los destinos favoritos de la diáspora de pilotos
españoles, que también han acudido a otros países con aerolíneas
emergentes como China, Qatar, o los Emiratos Árabes Unidos.
Según Olle, en la actualidad hay más de 300 pilotos españoles
trabajando en el extranjero. EFE
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