La Haya, 24 sep(EFE).- Uruguay pidió hoy a los jueces de la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) que permitan seguir operando a la
planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia para poner fin al
conflicto con Argentina y restablecer las "relaciones amistosas" con
ese país vecino.
Así lo solicitó hoy Paul Reichler, miembro de la Corte Suprema de
Estados Unidos, en la última jornada con la que contaba Uruguay para
exponer sus argumentos ante el tribunal con sede en La Haya, en el
contencioso que le enfrenta a Argentina por la construcción de la
planta sobre la margen del río Uruguay, fronterizo entre ambas
naciones.
Para Montevideo, solamente hay "un remedio" a este conflicto:
"Que la Corte afirme su derecho (de Uruguay) de que la celulosa
opere de acuerdo con el Estatuto de 1975", sostuvo el letrado.
También instó al máximo órgano judicial de la ONU a no
desaprovechar "la única oportunidad de aportar una solución
pacífica" a la disputa entre Uruguay y Argentina, que desde 2006
están enfrentadas en esa Corte por un conflicto "largo y
desagradable".
Al presentar hoy sus argumentos, la delegación uruguaya también
acusó a Argentina de no haber presentado ningún informe
independiente sobre los efectos medioambientales de la fábrica- que
funciona desde noviembre de 2007- sobre el río Uruguay y su
ecosistema.
Montevideo invitó a la Corte a que considere como únicos estudios
independientes los elaborados o encargados por la Corporación
Financiera Internacional (IFC,siglas en inglés), que es un miembro
del Grupo Bancario Mundial.
Esos informes concluyeron que la actividad de Botnia "aporta
beneficios económicos significativos para Uruguay sin causar daño
medioambiental al río", recordó Reichler.
Argentina solicitó, por su parte, la semana pasada a los jueces
que ordenasen la paralización de la actividad de la planta, el
cambio de uso de sus instalaciones o su desmantelamiento como
solución al conflicto.
El profesor de Derecho de la Universidad de Florencia Luigi
Condorelli consideró "inaceptable " y "desproporcionado" que
Argentina vea "el desmantelamiento de la planta" como única solución
al problema, incluso en el caso de que la actividad de la celulosa
Botnia no suponga un daño medioambiental al río.
En su opinión, los "remedios" posibles dictados por la Corte
deberían diferenciar, por una parte, entre violaciones del
procedimiento formal a la hora de permitir la construcción de la
planta y, por otra, infracciones "de contenido", entendiendo en este
sentido daños al ecosistema.
Condorelli recordó que el Estatuto de 1975 recoge medidas como
"compensación" y "remedio" adecuado en el caso de que una de las
partes haya causado contaminación en el río.
Argentina desestima cualquier compensación y aboga por una
"restitución íntegra": recuperar la situación del río antes de la
construcción de la celulosa como única solución al conflicto.
Acerca de la "indemnización adicional" de daños solicitada por
Argentina, Uruguay dijo hoy que Buenos Aires tiene que demostrar
primero que esos daños -como las pérdidas del sector turístico o
pesquero- son una consecuencia directa de la actividad de la planta.
Buenos Aires elevó el conflicto sobre las papeleras a la CIJ en
mayo de 2006, con la afirmación de que el país vecino violó el
tratado del Río Uruguay cuando autorizó la construcción de dos
plantas de celulosa en su ribera del río. EFE