Bruselas, 10 feb (EFE).- El presidente del Consejo Europeo,
Herman Van Rompuy, ha propuesto a los líderes europeos hablar mañana
de las reformas económicas, las negociaciones sobre el cambio
climático y la situación en Haití, además de la grave situación
presupuestaria en Grecia.
Las turbulencias en la Eurozona causadas por el dificultades de
las finanzas públicas griegas dominarán buena parte de la cumbre
informal que celebran mañana los líderes de la Unión Europea en
Bruselas, la primera presidida por Van Rompuy.
La reunión de los jefes de Estado y Gobierno comunitarios es la
primera con un presidente estable del Consejo Europeo, quien convocó
la cita con el objetivo de promover las medidas para asegurar el
crecimiento de la UE a medio y largo plazo, con el horizonte en
2020.
Sin embargo, la delicada situación económica y financiera de
Grecia y los ataques subsiguientes en los mercados financieros
contra ese y otros países de la zona euro con elevada deuda, han
forzado a cambiar el guión de la cumbre.
"No podemos hablar del futuro sin referirnos al presente", según
reconoció hoy una fuente de la UE al presentar el programa de la
reunión.
El Gobierno alemán subrayó hoy en Berlín que la cumbre no se
plantea conceder ayudas a Grecia, ni de forma bilateral ni a nivel
comunitario, ya que ese país no está no está amenazado de impago y,
hasta ahora, ha podido colocar su deuda en el mercado sin problemas,
reunión.
El primer ministro griego, Giorgios Papandreu, se reunión hoy en
París con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, para preparar la
cumbre, y aseguró posteriormente que su país tomará "todas las
medidas necesarias" para reducir en 4 puntos el déficit público este
año y situarlo en el 8,7 por ciento del Producto Interior Bruto
(PIB).
Por su parte, los ministros de Finanzas de los dieciséis países
del euro mantuvieron hoy una concertación por videoconferencia, para
analizar la situación en la zona.
"La coordinación es esencial", señaló hoy el nuevo portavoz de
Asuntos Económicos y Monetarios en la Comisión Europea, Amadeu
Altafaj.
Además, los líderes socialistas comunitarios mantendrán esta
noche una reunión previa a la cumbre, en Bruselas, en la que se
prevé un apoyo a los esfuerzos del Gobierno de Papandreu por
reconducir las finanzas públicas griegas, mientras crece el
descontento popular.
A pesar del debate sobre las turbulencias de la eurozona, que
capitaliza la atención inmediata, la UE mantiene el propósito de
discutir en la cumbre ideas para reforzar la economía comunitaria.
Entre las cuestiones de actualidad, los líderes europeos tienen
previsto abordar el funcionamiento del sistema internacional, la
detección temprana de los desequilibrios y la situación en la zona
del euro.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet,
participará en la reunión, pero desde la UE se insiste en que fue
invitado por Van Rompuy "hace semanas", y no de manera precipitada,
para tranquilizar a los mercados, como se ha sugerido.
La cumbre se desarrollará en la Biblioteca Solvay, un histórico
edificio del siglo XIX situado junto al barrio europeo de Bruselas,
en busca de una discusión más abierta e informal, según explicó Van
Rompuy, el organizador de la reunión, en la carta de invitación.
Por ello, los jefes de Estado y Gobierno comunitarios acudirán
solos, sin ministros de Exteriores ni asesores.
Los Veintisiete discutirán también cómo reorientar la estrategia
comunitaria de lucha contra el cambio climático y sobreponerse al
fracaso de la cumbre de Copenhague.
El último tercer asunto de la discusión será cómo ayudar a la
reconstrucción a largo plazo de Haití tras el devastador terremoto
que asoló ese país caribeño el mes pasado.
Van Rompuy busca una posición común generosa de la UE y de sus
países miembros de cara a la conferencia internacional que se
celebrará en marzo en Nueva York, dijo hoy una fuente comunitaria.
Además, los líderes comunitarios discutirán la posibilidad de
mejorar la reacción de la UE ante este tipo de catástrofes, aunque
Van Rompuy no ha mencionado específicamente la posibilidad de crear
una "fuerza de respuesta europea". EFE