Buenos Aires, 16 dic (EFE).- La visita a Argentina del secretario
adjunto para América Latina del Departamento de Estado de EE.UU.,
Arturo Valenzuela, terminó hoy con un nuevo desencuentro entre
Washington y Buenos Aires por unas declaraciones del funcionario
estadounidense sobre el manejo de la economía argentina.
La polémica se desató por las afirmaciones realizadas por
Valenzuela en un encuentro con la prensa limitado a medios
argentinos en el que se hizo eco de la preocupación de los
empresarios estadounidenses afincados en el país sobre la
"inseguridad jurídica" y el manejo de la economía.
Valenzuela, además, apuntó que había notado un "cambio" respecto
al clima de inversión entre las firmas de su país y recordó que "en
1996 había mucho entusiasmo e intención de invertir" en el país
suramericano, según el diario La Nación.
La cancillería argentina respondió, en un comunicado, que el
Gobierno "no ha recibido quejas de empresas estadounidenses con
intereses e inversiones" en el país.
Argentina recordó que no es la primera vez que se producen
comentarios similares de funcionarios estadounidenses, como ya
ocurrió con la embajadora, Vilma Martínez.
Por ello, la cancillería dirigió en ese entonces una nota a
Martínez e "invitó a la representante diplomática a aportar
precisiones relacionadas con dichas declaraciones, y no ha sido
respondida hasta la fecha".
"El Gobierno argentino reitera su disposición a analizar todos
los aspectos que permitan promover las relaciones recíprocas,
especialmente las económicas, entre los dos países", agregó el
ministerio en el comunicado.
"Para este diálogo existen canales abiertos y consolidados, a
disposición de ambos Gobiernos", insistió.
Más contundente fue el ministro del Interior de Argentina,
Florencio Randazzo, quien lamentó "que algunos funcionarios
reincidan en viejas prácticas" cuando hay "expectativa en que se
inaugure una nueva etapa en la política exterior estadounidense".
"No hay ningún indicio de que haya inseguridad jurídica o
violación a las normas vigentes" en Argentina, afirmó Randazzo en
declaraciones a la agencia oficial Télam.
"Argentina vive una etapa de plena garantía institucional y
jurídica y ha dejado atrás la etapa en la que venía un funcionario
de otro país a decirle cuáles eran las garantías que pretendían en
beneficio de sus propios intereses", agregó.
Durante su estancia en Argentina, que la embajada de Estados
Unidos ha manejado con absoluta reserva, Valenzuela se reunió con el
jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el vicepresidente Cobos, que
está enfrentado con el Gobierno de Cristina Fernández; el alcalde de
Buenos Aires, el opositor Mauricio Macri, y el diputado peronista
disidente Francisco de Narváez.
El alto funcionario estadounidense planteó el tema de la
necesidad de mayor seguridad jurídica para los empresarios también
durante su encuentro con Cobos, según un comunicado de la
Vicepresidencia.
"Obviamente ellos ponen en la balanza que aparecen empresas que
se perjudicaron, porque son tenedoras de bonos y actúan en
consonancia con esas empresas y de ahí que para rever estas medidas
estén esperando respuestas. Habrá que poner el mayor de los
esfuerzos para que así suceda", señaló ese boletín.
Las relaciones entre Argentina y Estados Unidos atraviesan un
momento de bonanza tras la llegada al poder del demócrata Barack
Obama y la superación de la crisis provocada por el "caso del
maletín", como se conoce al intento de un empresario venezolano de
ingresar 800.000 dólares en Buenos Aires supuestamente destinados a
financiar la campaña de la presidenta, Cristina Fernández, según
grabaciones difundidas durante un juicio por espionaje en Miami.
No obstante, este no es el primer "desencuentro" entre Washington
y Buenos Aires desde que Obama llegó a la Casa Blanca porque el
pasado febrero Argentina pidió explicaciones a Estados Unidos por un
informe de la Central de Inteligencia de Americana (CIA) que
pronosticaba males económicos en el país suramericano. EFE