Mar Gonzalo
Nueva York, 7 may (EFE).- La posibilidad de que los minutos de
caída libre vividos el jueves en Wall Street se debieran simplemente
a un error humano no pudo evitar que se repitieran hoy los números
rojos en los mercados estadounidenses, que perdieron ya todo lo que
habían ganado en lo que va de año.
Poco antes de la media sesión, el Dow Jones de Industriales, la
principal referencia de Wall Street, bajaba un 0,5% y rondaba los
10.460 puntos, muy cerca de los 10.428 enteros en los que comenzó
2010, al tiempo que el selectivo S&P 500 descendía el 0,7% y se
situaba en torno a las 1.115 unidades con las que arrancó el año.
El mercado electrónico Nasdaq, también con sede en Nueva York,
bajaba un 1,35% y su índice compuesto rondaba los 2.280 puntos,
ligeramente por encima de los 2.269 con los que cerró 2009.
Estos moderados descensos tenían lugar después de la enloquecida
sesión del jueves, en la que, a una hora y media del cierre, se
registraron extrañas operaciones que en cuestión de minutos
arrastraron a todo el mercado e hicieron que el Dow llegara a perder
momentáneamente casi mil puntos (quinientos en menos de cinco
minutos).
El Dow finalmente cerró con una caída del 3,2%, tras un "flash
crash", término con el que se refieren hoy al incidente los
analistas, que pulverizó cerca de un billón de dólares en cuestión
de minutos y en el que se vieron irregularidades como la de que
Procter & Gamble, el mayor fabricante de productos de consumo del
mundo y uno de sus 30 componentes, se negociara a la vez a 54
dólares en la Bolsa de Nueva York (NYSE) y a 39 en el Nasdaq.
Además, decenas de grandes empresas como Accenture y 3M cayeron
por unos instantes más de un 90%.
La noticia con la que desayunaron hoy los inversores de que en
abril se crearon 290.000 empleos en EE.UU., la cifra más alta desde
marzo de 2006, aunque la tasa de desempleo subió hasta el 9,9%,
ayudó poco a calmar las cosas en los mercados, que se enfrentan a un
fuerte escrutinio por parte de las autoridades y expertos para saber
qué pasó el jueves y cómo se podría evitar.
Después de que los responsables de los mayores mercados hayan
descartado errores en los sistemas informáticos de contratación,
entre las opciones que se barajan destaca la del error de un broker
que pudo haber introducido la letra "b" de billions (mil millones,
en inglés) en lugar de la "m" de millones para ordenar una venta de
acciones.
A ese error humano se podría haber sumado el efecto multiplicador
que pudieron tener las órdenes de compraventa preprogramadas para
ejecutar operaciones en el momento en que el precio de las acciones
de algún valor rebasa una cota determinada, según tratan de explicar
analistas y medios especializados, que en cualquier caso no han
dudado en volver la cabeza hacia Washington.
Allí los legisladores mostraron este viernes su inquietud ante lo
destructivo que puede ser un incidente así y reabrieron una vez más
el debate sobre la regulación de una actividad que muy poca gente
entiende claramente y que queda enormemente diluida entre millones
de agentes e intermediarios interconectados entre sí.
Aunque el NYSE tiene sistemas cortafuegos para ralentizar la
actividad cuando se detecta una irregularidad y derivar las
operaciones electrónicas a unas de bolsa que funcionan bajo el
sistema tradicional de subastas, existe una decena de plataformas
electrónicas más que no aplican ese tipo de mecanismos.
Analistas y expertos culpan a la Comisión del Mercado de Valores
(SEC, por su sigla en inglés), que regula la actividad bursátil
estadounidense y tiene su sede en Washington, de haber dado
demasiada libertad a las plataformas bursátiles para operar sin
exigir suficientes medidas de protección ante incidentes como este.
Un subcomité de finanzas de la Cámara de Representantes convocó
una audiencia para el próximo martes en la que se examinará lo
ocurrido y el propio presidente, Barack Obama, dijo que "las
autoridades reguladoras evalúan (lo ocurrido) con la preocupación de
proteger a los inversores y evitar que se repita".
Además, desde el Congreso estadounidense se ha pedido a la
presidenta de la SEC, Mary Schapiro, que realice una "evaluación
exhaustiva de las causas y la necesidad de aplicar reformas".
En un comunicado la SEC apuntó que está revisando lo ocurrido y
que trabaja con los mercados "para tomar los pasos necesarios para
proteger a los inversores y hacer cumplir las normas del sector".
Por el momento, el Nasdaq ha tomado la inusual medida de anular
las operaciones que se cerraron durante los veinte minutos de
vértigo que se vivieron el jueves.
Lo que los analistas tienen claro es que este incidente llegó en
un momento de hipersensibilidad para los mercados, muy vulnerables
estos días a las noticias que llegan sobre los problemas de Grecia
para afrontar la deuda que acumula, así como sobre cualquier
sospecha de que otros países puedan mostrar dificultades similares y
ello termine por afectar a la primera economía mundial. EFE
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