Mar Gonzalo
Nueva York, 21 sep (EFE).- La Bolsa de Nueva York encadenó hoy
cinco días de ganancias gracias al breve acelerón que por la tarde
propició la disposición de la Reserva Federal (banco central) de
Estados Unidos a intervenir en pro del crecimiento económico
nacional.
De no haber sido por el empujón que supusieron los comentarios de
la Reserva, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de
Wall Street, habría cerrado en negativo, al igual que lo hicieron el
resto de los índices de referencia en el mercado neoyorquino.
Finalmente, el Dow Jones acabó con una subida del 0,07%, mientras
que el S&P 500 bajó el 0,26% y el Nasdaq un 0,28%.
Ni siquiera los buenos datos sobre el inicio de construcción de
viviendas en Estados Unidos que se difundieron antes del comienzo de
la jornada bursátil lograron hacer que los inversores se animaran a
comprar durante gran parte de la sesión.
Esos datos del Departamento estadounidense de Comercio reflejan
que en agosto la tasa anualizada de viviendas iniciadas en este país
aumentó un 10,5%, para alcanzar el ritmo más alto desde abril y
superar en 2,2 puntos porcentuales el de agosto de 2009.
Los inversores sólo abandonaron la cautela mantenida durante toda
la sesión cuando, a falta de menos de dos horas para el cierre, el
banco central estadounidense hizo públicas sus reflexiones sobre la
situación de la economía nacional y sobre la política monetaria que
quiere seguir.
Como estaba previsto, la Reserva mantuvo los tipos de interés de
referencia por debajo del 0,25% y reconoció que está preocupada por
la ralentización económica, por lo que dijo "estar dispuesta" a
actuar cuando sea necesario para impulsar el crecimiento.
En su día, y para combatir la recesión más larga que ha padecido
Estados Unidos desde la II Guerra Mundial (de diciembre de 2007 a
junio de 2009), la Reserva bajó hasta mínimos históricos los tipos
de interés y lanzó un programa de compras de títulos hipotecarios de
1,7 billones de dólares.
Como eso no fue suficiente, decidió reinvertir los recursos
obtenidos de su cartera hipotecaria en la compra de bonos del
Tesoro.
Los expertos creen que los comentarios difundidos hoy dejan la
puerta abierta a una posible intervención en ese mismo sentido, como
vía para impulsar el crecimiento económico, aunque en el comunicado
no se hace mención expresa a esa alternativa.
No es de extrañar por ello que la deuda pública estadounidense
continuara hoy con su imparable avance, de forma que la rentabilidad
de los bonos a diez años -que evoluciona en sentido inverso al
precio- cayera hasta el 2,57%.
Otra observación de la Reserva Federal que analizaban hoy
analistas e inversores al cierre de la sesión era la de que la
inflación "está por debajo" de los niveles que adecuados para
"promover el máximo empleo y la estabilidad de los precios".
Además, el banco central estadounidense reconoció que la
situación económica es peor que en meses anteriores, al afirmar que
"el ritmo de reactivación en la producción y el empleo ha bajado en
meses recientes" y que "el gasto de los hogares crece gradualmente,
pero sigue constreñido por el alto desempleo y el escaso crecimiento
de los ingresos".
Los analistas explican que estas observaciones también son las
responsables de que en el mercado de materias primas el oro, que se
suele utilizar como inversión refugio, registrara hoy un abrupto
avance en las operaciones electrónicas que tenían lugar tras el
cierre de la sesión regular.
Así, mientras que los contratos de futuros de oro con vencimiento
en diciembre -los de más próximo vencimiento- acabaron hoy a 1.274,3
dólares por onza, por debajo de los 1.280,8 del récord del lunes, en
las operaciones electrónicas posteriores alcanzaban los 1.292,4
dólares.
Sin embargo, el empujón que supusieron las observaciones de la
Reserva para el mercado de valores no duraron mucho y, tras el
acelerón inicial, las compras volvieron a moderarse para quedarse
muy atenuadas al final de esta segunda jornada bursátil de la
semana. EFE