Estrasburgo (Francia), 20 ene (EFE).- El jefe del Ejecutivo
español y presidente de turno de la UE, José Luis Rodríguez
Zapatero, ha apostado hoy por "un gran pacto social" con empresarios
y sindicatos europeos frente a la crisis y ha abogado por más
política económica común, con una "gobernanza seria y exigente".
Zapatero ha comparecido hoy ante el pleno del Parlamento Europeo
para presentar el programa diseñado por España para el semestre y,
en un discurso eminentemente económico, se ha comprometido a
impulsar un mercado energético común, un mercado digital europeo,
una estrategia común en favor del coche eléctrico y el espacio
universitario europeo.
Las principales fuerzas de la eurocámara han respaldado los
objetivos españoles y han calificado el programa de "ambicioso".
Socialistas y liberales han apoyado expresamente las ideas de
Zapatero, mientras que los conservadores han manifestado sus dudas
sobre las soluciones propuestas para la crisis.
Zapatero ha respondido a quienes le han recriminado la alta tasa
de desempleo que sufre España cuando le corresponde dirigir los
debates sobre la futura estrategia económica europea.
"Si mañana la tasa de paro aumentara en su país, gobernara quien
gobernara, mi respuesta como presidente del Gobierno y como
europeísta sería de apoyo y de solidaridad y no de recriminación
como ha hecho usted", le ha dicho directamente al parlamentario
conservador alemán Werner Langen.
Para Zapatero, "si no aprovechamos la sinergia que representan
sus 500 millones de ciudadanos en lo económico, sus decenas de miles
de empresas con capacidad y sus millones de trabajadores, a los que
hay que facilitar cada día una mejor formación, no seremos los
auténticos protagonistas del futuro en este escenario de la
globalización; seremos espectadores, no protagonistas".
Ha apostado así por "más política económica común" y por "quitar
barreras", objetivos de la Estrategia 2020 que debe diseñarse
durante este semestre para sustituir a la Estrategia de Lisboa y que
contendrá los compromisos económicos de la UE para los próximos
años.
Al margen de la responsabilidad de cada Estado, ha apostado por
dotar a la Comisión Europea de nuevas facultades para evitar otro
fracaso como el de los últimos diez años.
No ha querido hablar de establecer sanciones -rechazadas
públicamente por el ministro de Economía alemán- pero ha aprovechado
la ocasión para recordar que ya existen en la UE e insistir en la
necesidad de coordinación.
"Sumar no es controlar", ha subrayado Zapatero, convencido de que
sin esa política común países como China o India no tardarán en
ganarle la delantera a Europa.
En la Estrategia 2020 ha incluido también la necesidad de "un
gran pacto social" entre empresarios y trabajadores, acuerdo que
tradicionalmente ha hecho fuerte a Europa en periodos de debilidad.
En su opinión, ante la grave crisis que atraviesa la Unión, el
pacto social puede ser una "gran palanca" para cumplir los objetivos
que la UE se proponga.
Zapatero, quien ha recordado que ha suscrito más de veinte
acuerdos sociales con sindicatos y empresarios, se reunirá mañana
con la Confederación Europea de Sindicatos "(CES).
Para lograr una economía competitiva y sostenible, ha hecho
especial hincapié en contar con un proyecto común en favor del coche
eléctrico y un mercado común de la energía que potencie las
interconexiones y permita reducir la elevada dependencia energética
europea (del 59 por ciento).
Al margen del programa económico, Zapatero ha asegurado que
España será "leal y colaboradora" con el presidente estable de la UE
y con la Alta Representante para la Política Exterior, los nuevos
cargos creados por el Tratado de Lisboa.
También ha tenido tiempo en su discurso para defender la orden
europea de protección y la lucha europea contra la violencia de
género, un fenómeno que consideró "impropio e inasumible" en una
sociedad como la europea.
Y tampoco ha olvidado la tragedia de Haití, donde ha garantizado
que la ayuda europea "estará a la altura de las circunstancias" y ha
defendido el trabajo del ejército estadounidense en apoyo a las
víctimas del terremoto.
Varias decenas de eurodiputados han tomado la palabra para
interpelar a Zapatero, quien no ha tenido tiempo de responder a
todas sus preguntas a pesar de que la sesión se ha prolongado
durante más de tres horas. EFE
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