Teresa Bouza
Estambul (Turquía), 2 oct (EFE).- El presidente del Banco Mundial
(BM), Robert Zoellick, advirtió hoy que el panorama económico para
2010 sigue siendo "muy incierto" y señaló que lo que queda de 2009
será "difícil" pese a la incipiente recuperación.
"Es demasiado pronto para declarar victoria", alertó Zoellick en
una rueda de prensa en Estambul (Turquía) en vísperas de la Asamblea
Anual conjunta del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para el presidente del Banco Mundial el peligro en estos momentos
no es ya "el de un colapso en la economía mundial", sino el de la
"autocomplacencia".
"Si la crisis disminuye habrá una tendencia natural a volver a
hacer las cosas como antes y resultará más difícil convencer a los
países para que cooperen en la solución de muchos de los problemas
que condujeron a esta crisis", afirmó Zoellick.
Afirmó que esos problemas pusieron en peligro las vidas de
millones de personas e insistió en la necesidad de aprovechar este
momento para abordar las reformas necesarias.
En términos más generales, el presidente del Banco Mundial afirmó
que "uno de los legados de esta crisis" es el reconocimiento de un
cambio en la estructura económica global de poder.
"Las últimas proyecciones económicas muestran cómo China e India
están ayudando a la economía global a salir de la recesión", explicó
Zoellick, quien añadió que otros países en América Latina, el
sureste asiático y Oriente Medio pueden actuar también como motores
de crecimiento.
El presidente del BM valoró esa tendencia como positiva al
señalar que "una economía multipolar, menos dependiente del
consumidor estadounidense, será también una economía más estable".
En su opinión, los acuerdos de Bretton Woods que se forjaron tras
el final de la II Guerra Mundial y que dieron origen al FMI y el
Banco Mundial aparecen cada vez más "desfasados" en esa economía
multipolar.
De ahí, subrayó Zoellick, la necesidad de avanzar en una nueva
dirección, lo que implica, entre otras cosas, el otorgar mayor poder
de voto a los países emergentes en los organismos multilaterales
como el FMI y el BM.
En ese sentido, el G20, que agrupa a los principales países
desarrollados y en desarrollo, se comprometió la semana pasada
durante su reunión en Pittsburgh (EEUU) a incrementar el peso de los
países en desarrollo en al menos un cinco por ciento en el FMI y un
tres por ciento en el BM.
Zoellick recordó hoy que ese tres por ciento adicional permitiría
a los países en desarrollo tener un total del 47 por ciento del voto
en el Banco Mundial y señaló que su objetivo es incrementar ese
listón hasta el 50 por ciento.
Por lo demás, el directivo hizo hincapié hoy en que las
crecientes necesidades de préstamos de los países en desarrollo
hacen necesaria una ampliación de capital en el Banco Mundial.
"A mediados del próximo año empezaremos a afrontar serias
limitaciones", afirmó el responsable del BM, quien recordó que a
principios del año pasado los socios de la institución solicitaron
que el Banco aumentase sus préstamos hasta los 100.000 millones de
dólares en los próximos tres años.
"La demanda avanza ya más allá de esa cantidad", dijo.
Apuntó que las limitaciones económicas afectan a las distintas
divisiones del BM, incluida su filial para el sector privado, la
Corporación Financiera Internacional (CFI), que apoya al sector
privado en los países en desarrollo.
El Banco Mundial triplicó sus préstamos, hasta los 33.000
millones de dólares, durante el último año fiscal que finalizó el 30
de junio y espera que esa cifra aumente hasta los 40.000 millones de
dólares o más en el presente ejercicio fiscal. EFE
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