Por Firas Makdesi
DAMASCO (Reuters) - Al lado del campo de juego, Maha Jannoud le grita instrucciones a sus futbolistas como cualquier otro entrenador, pero con una diferencia: es una mujer en lo que tradicionalmente ha sido un mundo de hombres.
Jannoud, de 32 años y exintegrante de la selección femenina de fútbol de Siria, cree que es la primera mujer que entrena a un equipo profesional masculino en Oriente Próximo.
Vestida con equipo deportivo y con el pelo recogido en una coleta, disfruta el trabajo como asistente de entrenador en su club de Damasco.
"Cuando la persona que transmite el mensaje confía en (su) información y tiene un carisma especial y liderazgo en el campo, no hay diferencia entre un hombre y una mujer", dijo Jannoud durante una pausa en el entrenamiento del equipo.
El hecho de que Jannoud jugara para el mismo club, al-Muhafaza, en el equipo femenino -donde comenzó a entrenar después de una lesión que terminó con su carrera- puede haberle facilitado la aceptación por parte de los futbolistas.
"Al principio fue un poco difícil", dijo Amjad Katkout acerca de ser entrenado por una mujer. "Pero luego nos acostumbramos, se convirtió en una hermana o una amiga. Es normal", explicó el jugador.
Los buenos resultados también pueden haber ayudado a consolidar la posición de Jannoud, ya que al-Muhafaza lucha por el ascenso en la segunda división en busca de volver a la máxima categoría en Siria. En lo que va de la temporada, el equipo ganó ocho de sus 10 partidos de liga y empató los otros dos.
En un país que aún sufre por la guerra civil -un conflicto que impidió que el equipo femenino sirio jugara durante varios años-, el club espera que el nombramiento de Jannoud represente un avance para el fútbol y para las mujeres.
"La nombré supervisora técnica del equipo", dijo el entrenador Anas Sebaei. "Hicimos mucho ruido con esta decisión. Maha se lo merece porque es una buena jugadora y una buena entrenadora", agregó.
(Información de Robin Pomeroy; editado en español por Javier Leira)