BERLÍN (Reuters) - El copiloto de la aerolínea Germanwings sospechoso de estrellar deliberadamente un avión en los Alpes franceses, Andreas Lubitz, había sido tratado en el pasado por tendencias suicidas, dijeron el lunes los fiscales alemanes que investigan el caso.
"Hace varios años, antes de obtener su licencia de piloto, el copiloto pasó un largo período en tratamiento psicoterapéutico, con tendencias suicidas manifiestas", indicó la oficina de fiscales en Düsseldorf, donde vivía Lubitz y hacia donde se dirigía el vuelo siniestrado, desde Barcelona.
La oficina de la Fiscalía, que dijo basar sus hallazgos en "documentos médicos relevantes", agregó que desde ese período Lubitz no había mostrado señales de comportamiento suicida o de tendencias agresivas hacia otros en las visitas médicas.
El Airbus (PARIS:AIR) A320 se estrelló el martes pasado en una zona de difícil acceso en los Alpes franceses y en la tragedia murieron 150 personas.
Los investigadores creen que Lubitz se encerró adentro de la cabina del avión sin dejar entrar al piloto y que deliberadamente puso la aeronave en descenso para que se estrellara contra la montaña.
Los fiscales dijeron el lunes que no habían encontrado ninguna prueba de que Lubitz estuviera planeando el ataque y tampoco razones detrás de éste.
"No han salido a la luz ninguna circunstancia especial, ya sea en su vida personal o en su vida laboral, que arroje (...) un motivo posible", indicó el comunicado de los fiscales.
Un portavoz de Lufthansa (XETRA:LHAG), la firma matriz de Germanwings, dijo que los registros médicos estaban sujetos a la confidencialidad doctor-paciente y que por eso la aerolínea no tenía conocimiento de su contenido.
Bajo la legislación alemana, los empleadores no tienen acceso a los registros médicos de sus empleados y los certificados médicos que excusan a una persona de ir al trabajo tampoco proveen información sobre condiciones de salud.
El lunes, investigadores franceses dijeron que para acelerar las investigaciones se está excavando una vía de acceso al lugar en el que se estrelló el avión, en una zona de difícil acceso en las montañas.
Todavía no se ha encontrado la segunda caja negra del avión, que contiene los registros del vuelo.
Kay Kratky, miembro del directorio de Lufthansa, dijo el domingo en un programa de la televisión alemana que, debido a la fuerza del impacto, era posible que las balizas del localizador del registrador de vuelo se hubieran dañado y no funcionaran bien.
Por separado, la policía en Düsseldorf dijo que la evaluación completa de los artículos requisados de la casa de Lubitz iba a llevar algún tiempo.