La Haya, 18 may (.).- El banco neerlandés ABN Amro (AS:ABNd) registró un beneficio neto de 295 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que compensó una pérdida de 54 millones de euros en el mismo periodo de 2021 destinada principalmente a liquidar una multa en Países Bajos por un caso de blanqueo de capitales.
Según los datos publicados este miércoles por la entidad, esa ganancia es mayor de la prevista y eso se explica en el crecimiento de los préstamos, pero también en la vuelta a la normalidad en Países Bajos tras el levantamiento de todas las restricciones contra la COVID-19 y la reapertura de la sociedad, aunque ahora los motivos de inquietud se centran en la guerra en Ucrania.
“Nuestro mundo cambió significativamente en el último trimestre. La guerra en Ucrania sacudió la sensación de seguridad y estabilidad, provocando más incertidumbre económica y una fuerte inflación. Estamos sumamente preocupados por este conflicto, que representa un ataque directo a los principios de democracia y libertad”, señaló el director de ABN Amro, Robert Swaak.
La exposición directa de ABN Amro a Rusia es muy limitada, aunque el banco no espera salir ileso del conflicto en Ucrania y habla de “potenciales efectos de segundo orden” en sus clientes por los impactos derivados de la guerra como las distorsiones comerciales, los altos precios de la energía y las materias primeras, o las interrupciones en la cadena de suministros.
El margen de intereses registrado se situó en 1.310 millones de euros, impactado por menores penalizaciones por amortización anticipada de hipotecas y mayores costes de cobertura.
Los ingresos por comisiones aumentaron un 10 % frente al primer trimestre de 2021, mientras que los costes fueron más altos por una provisión adicional de 50 millones de euros destinada a liquidar el caso de blanqueo de capitales y por mayores gravámenes regulatorios.
En abril del año pasado, ABN Amro llegó a un pacto con la Fiscalía de Países Bajos para poner fin a una larga investigación por “graves deficientes” en la lucha contra el blanqueo de capitales y aceptó el pago de una multa de 480 millones de euros, en un gesto que fue visto como un “reconocimiento de estos errores”.
La entidad subrayó hoy que mantiene su compromiso de alcanzar un objetivo de costes por debajo de los 4.700 millones de euros en 2024, e informó de que finalizó la semana pasada su primer programa de recompra de acciones por valor de 500 millones de euros.