Bruselas, 20 nov (EFE).- El banco holandés ABN AMRO, volvió hoy a cotizar en la Bolsa de Amsterdam siete años después de ser nacionalizado por el Estado holandés y lo hizo con una subida del 3,38 %, hasta 18,35 euros por acción, con lo que alcanza una capitalización de 3.450 millones de euros en su estreno bursátil.
El ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, se ha mostrado satisfecho con la Oferta Pública Inicial (IPO, en inglés), en la que se colocaron 188 millones de títulos, en torno al 20 % del capital social, a un precio de 17,75 euros por acción.
Los bancos encargados de coordinar esta vuelta al parqué pueden ejercer además sus opciones de vender un 3 % adicional.
El precio de salida supone valorar el conjunto de la entidad en 16.700 millones de euros, muy por debajo de los 21.660 millones en los que el Gobierno holandés estableció el coste de la nacionalización del banco en 2008 para las arcas públicas.
De momento el Estado neerlandés ha ingresado 3.337 millones, lo que lo convierte en la segunda mayor IPO en Europa este año, según un comunicado de Euronext Amsterdam.
De acuerdo con los expertos, es además la salida a bolsa más grande de un banco desde la crisis financiera de 2008 y la más importante en Europa tras la de VTB, controlado por Rusia y que generó 6.000 millones de euros hace ocho años.
"El proceso fue bien. Hay mucho interés de diferentes tipos de inversores", señaló Dijsselbloem, quien recordó que el Estado aún tiene que vender el 80 % restante por tramos, por lo que sigue la cotización de la entidad con "interés".
El ministro holandés, quien también es presidente del Eurogrupo, explicó además que hasta dentro de seis meses el Estado no pretende vender otro tramo en la bolsa.
Para evitar que solo los fondos de inversión más importantes y otros inversores institucionales se hagan con las acciones del banco, se ha reservado un 10 % para los particulares en Holanda.
La privatización parcial de ABN AMRO ha sido preparada por Gerrit Zalm, quien era ministro holandés de Finanzas de 1994 a 2002 y director financiero en el banco privado DSB, que colapsó en 2009.
Éste dijo en un comunicado de Euronext Amsterdam que ABN AMRO "es diferente de su predecesor, que operó bajo el mismo nombre", dado que ahora "tiene su principal foco de atención en Holanda y con operaciones bien consideradas y selectivas".
El presidente del Consejo de Dirección se refirió así al largo pasado de ABN AMRO, que fue a principios de este siglo el Banco de Holanda, una de las mayores instituciones financieras del mundo.
En 2007 fue objeto de una feroz puja cuando el consorcio formado por Royal Bank of Scotland (RBS), Fortis y Banco Santander (MC:SAN) echaron por tierra el proyecto de fusión que tenían ABN AMRO y el británico Barclays (L:BARC), con lo que la entidad quedó en manos extranjeras.
La adquisición, por 71.000 millones de euros, una de las mayores de la historia del sector bancario, y la crisis financiera, resultaron demasiado pesadas de digerir para Fortis, un grupo belga-holandés y de seguros que quedó muy dañado por la crisis financiera de los últimos meses de 2008.
Los gobiernos de ambos países pactaron el desmembramiento y nacionalización de Fortis para evitar su quiebra.
La parte del negocio bancario de Bélgica y Luxemburgo fue nacionalizada por el Estado belga y, posteriormente, vendida a la entidad francesa BNP-Paribas.
La parte holandesa fue nacionalizada por Holanda y fusionada con el negocio del también holandés ABN AMRO, mientras que el negocio de seguros quedó separado y desde 2013 opera con el nombre Ageas.
Los expertos destacan que, con un euro ponderado, políticas fiscales acomodaticias en Europa para 2016 y una agresiva política monetaria del BCE, la economía europea seguirá saneándose en 2016 y "aportará viento de popa" a la holandesa y a ABN AMRO, que tuvo un beneficio neto de 1.652 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 125 % más que en el mismo periodo de 2014.