San Francisco (EE.UU.), 19 jun (.).- Un grupo de accionistas de Alphabet (NASDAQ:GOOGL), matriz de Google, pidieron a la compañía durante la junta accionarial celebrada hoy que elabore un informe en el que se estudie el impacto sobre los derechos humanos de un hipotético retorno del buscador a China con una versión censurada.
La petición, que fue rechazada por la asamblea, hacía referencia al conocido como "Proyecto Dragonfly" de la empresa para volver a operar en China -donde no tiene presencia desde 2010- con un buscador censurado que se ajuste a los requisitos del Partido Comunista chino.
Tras el revuelo causado después de que se filtrase información sobre este proyecto el año pasado, Google aseguró haberlo cancelado, pero informaciones publicadas recientemente por la prensa especializada aseguran que la compañía de Mountain View (California, EE.UU.) no lo ha abandonado por completo.
"Dragonfly podría incrementar el control del Gobierno chino sobre los ciudadanos al permitirle rastrear las búsquedas de los individuos en Google vinculándolas a sus números de teléfono", rezaba la moción presentada por el grupo de inversores, que no logró el apoyo de los accionistas mayoritarios.
En su rechazo a la propuesta, la dirección de la firma insistió en que "no existen planes en la actualidad para llevar el buscador a China", que no se está desarrollando ningún tipo de trabajo en ese proyecto y que las personas que estaban en él han sido reasignadas a otras áreas.
Además de la que hacía referencia a China, accionistas minoritarios de Alphabet presentaron otras 12 propuestas, en su mayoría relacionadas con cuestiones de transparencia, igualdad dentro de la compañía y responsabilidad social, y todas ellas fueron rechazadas.
Los cofundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, controlan un 51 % de los votos, y este último, que ocupa el puesto de consejero delegado de Alphabet, no acudió a la cita con los inversores -donde no ha aparecido desde 2016-, lo que conllevó quejas públicas de algunos de los presentes.
Otra de las mociones más llamativas que fue rechazada fue la impulsada por el grupo SumOfUs, que propuso adelantarse a posibles medidas antimonopolio de los reguladores en Estados Unidos y Europa y "reducir de forma estratégica las dimensiones de la compañía mediante ventas de activos", es decir, dividir Alphabet en varias empresas.