Madrid, 9 mar (.).- Varias organizaciones agrarias españolas han solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que traslade de nuevo a la Comisión Europea (CE) la necesidad de flexibilizar de forma urgente la política agrícola para así garantizar la actividad y la seguridad alimentaria.
Sin embargo, en el sector español, hay dudas sobre la propuesta de Italia de posponer la entrada en vigor de la futura Política Agrícola Común (PAC) prevista para 2023, ya que fuentes consultadas por Efe consideran que la situación allí en el desarrollo del Plan de la PAC es distinta a la de España.
Asaja ha defendido que ante la guerra de Ucrania se tomen medidas para facilitar la oferta de cereales y otras materias primas para piensos.
El director de relaciones internacionales de Asaja, Ignacio López, ha declarado a Efe que la Unión Europea (UE) debe aprobar urgentemente actuaciones como el permiso para la siembra de barbechos o una flexiblización puntual de las normas de importación, manteniendo la seguridad.
Sobre la nueva PAC que el gobierno italiano solicita posponer, ha recordado que Asaja defiende una política agrícola que reequilibre más los intereses económicos, sociales y ambientales.
Fuentes de Cooperativas Agro-alimentarias han resaltado que es urgente que la Unión Europea (UE) abra el acceso a la importación de cereal de Estados Unidos, Canadá y Argentina para compensar el déficit que se avecina tras el inicio del conflicto bélico en Ucrania.
La Unión de pequeños agricultores y ganaderos (UPA) ha reclamado "medidas excepcionales" en este momento que también ha calificado de excepcional.
Fuentes de esta organización han afirmado que la invasión de Ucrania por Rusia "ha terminado de reventar la situación ya de por sí complicada en el campo" español.
Y es que, a la sequía que arrastra España en los últimos meses han sumado los efectos en los márgenes de los productores de la "brutal subida" del precio de importantes insumos para el sector desde finales de 2021, entre los que ha citado los piensos, fertilizantes, combustibles y las tarifas eléctricas.
Esta organización también ha demandado que Bruselas permita la siembra de barbechos, y que se relajen las exigencias del pago verde para incrementar la producción y que los agricultores puedan sembrar girasol en lugar de arroz o maíz para adaptarse a la situación de sequía y garantizar la producción de piensos.
Por último, han apostado por que se acometa con rapidez un cambio en el sistema de precios de la energía para abaratar los costes de los pequeños agricultores.