París, 17 feb (.).- El consejero delegado de Air France-KLM (EPA:AIRF), Benjamin Smith, manifestó este viernes su interés por la compañía portuguesa TAP, para la que el Gobierno de ese país planea la privatización, y se refirió en particular al atractivo de sus conexiones con Brasil.
Smith, que compareció en una conferencia de prensa en París para informar de los resultados del grupo franconeerlandés en 2022, destacó que la red de TAP con Brasil le parece "extremadamente potente".
En las últimas semanas han sonado varios candidatos a participar en la privatización de la aerolínea portuguesa, como la propia Air France-KLM, pero también Lufthansa (ETR:LHAG) o IAG (BME:ICAG), el grupo que reúne entre otras a British Airways, Iberia y Vueling.
TAP fue totalmente nacionalizada durante la crisis de la covid mediante una inyección de 3.200 millones de euros de ayudas públicas para salvarla del parón de actividad, pero el Gobierno de Lisboa tiene intención de venderla.
Como subrayó Smith, en 2022 Air France-KLM pasó página de dos años consecutivos con abultadas pérdidas y consiguió 728 millones de euros de beneficio.
A finales de diciembre había devuelto 4.900 millones de las ayudas que recibió durante la crisis, de los estados francés y neerlandés y tiene intención de rembolsar los 2.500 millones pendientes en marzo.
La mejora de su situación financiera y sus buenas perspectivas en lo que se refiere a la actividad (este primer semestre espera alcanzar un 90-95 % del nivel que tenía en 2019 y más del 95 % en el segundo semestre) hacen del grupo franconeerlandés un potencial candidato para operaciones de consolidación del sector.
Uno de sus puntos débiles es el recorte de la actividad impuesta en el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol, la principal base de operaciones de la compañía KLM, muy criticado por Smith, que dijo que para su empresa le resulta "incomprensible" que no esté generando "un verdadero debate" sobre las consecuencias económicas para Países Bajos.
"No entendemos que no haya mayor debate sobre los beneficios económicos de Schiphol", subrayó.
El consejero delegado justificó la transferencia de una parte de las líneas interiores en Francia y de las conexiones europeas de Air France a la filial de bajo coste Transavia para buscar rentabilidad.
También señaló que la red doméstica francesa había supuesto en 2019 unas pérdidas de 250 millones de euros para Air France.
Añadió que el grupo va a reducir el número de vuelos de Air France en el corredor París-Marsella (las dos ciudades más pobladas del país), en el que se deja sentir la competencia del tren de alta velocidad (TGV).
En términos generales, contó que la clientela de negocios se está decantando por el tren al salir de la crisis de la covid para viajes en los que hay una alternativa ferroviaria competitiva en términos de tiempo, como ocurre con el TGV París-Marsella (algo más de tres horas de trayecto).
En los corredores París-Toulouse y Toulouse-Niza, donde los trayectos en tren son mucho más largos Air France va a mantener el número de vuelos.