París, 1 feb (.).- El fabricante aeronáutico europeo Airbus (EPA:AIR) y la compañía catarí Qatar Airways pusieron fin "de forma amistosa" al litigio que mantienen desde hace años por la corrosión de la pintura de los A350 de la compañía del golfo Pérsico, que llegó a reclamar en los tribunales 2.300 millones de euros de indemnización.
"Se está procediendo a un proceso de reparación y ambas partes esperan que esos aviones vuelvan a volar de forma segura", indicó este miércoles Airbus en un comunicado, en el que señaló que "los detalles del acuerdo son confidenciales".
Agregó que el mismo supone el abandono de todas las denuncias interpuestas por este caso y que "no supone una admisión de responsabilidad para ninguna de las partes".
El litigio llevó a Qatar Airways a dejar en tierra 22 A350 de su flota, un avión de mediana capacidad y alta autonomía, mientras que en represalia Airbus anuló un contrato de entrega de 50 aparatos A321neo de media distancia.
La compañía catarí, que consideraba que el fuselaje de sus aviones se había degradado de forma prematura, interpuso una demanda en Londres por la que reclamaba 618 millones de dólares (unos 566 millones de euros) y otros cuatro por cada día en los que los aparatos estuvieran en tierra.
En total, la suma se acercaba a los 2.500 millones de dólares (unos 2.300 millones de euros).
Airbus indicó que, tras este acuerdo de conciliación, ambas empresas podrán seguir trabajando en el futuro de forma conjunta.
La aerolínea sostenía que ese problema podía tener implicaciones en la seguridad de los aviones, un extremo que en todo momento negó el constructor.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea se puso del lado de Airbus al considerar que el problema en el fuselaje, que afectaba a un cable metálico destinado a proteger el aparato en caso de ser afectado por un rayo, no suponía un problema importante.
Explicó que el problema procedía de los elevados cambios de temperatura a los que están sometidos los aparatos, entre 50 grados positivos y otros tantos negativos, lo que afectaba a sus componentes de fibra de carbono.
Pero, al igual que Airbus, indicó que no suponía un problema estructural y que el avión podía volar con seguridad.