Madrid, 13 jul (.).- La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) cree que las compañías energéticas no podrán trasladar al consumidor los efectos del futuro impuesto sobre beneficios extraordinarios debido a las características del mercado de generación eléctrica, más abierto "que hace 20 años".
Durante la presentación de la última memoria anual de la patronal, celebrada este miércoles, el director general de Anfac, José López-Tafall, no ha querido entrar en el análisis, pero ha dicho que supone que estas grandes empresas "no tienen esa capacidad que se les atribuye de traslación inmediata de costes al precio".
Entre otros motivos, "porque la oferta de generación eléctrica ha cambiado muchísimo en los últimos años", ha añadido.
En su opinión, se trata de un "mercado más abierto", donde hay "muchísimos operadores nuevos" que han ido aterrizando, por lo que difiere del que existía hace dos décadas.
López-Tafall se ha referido además a las "distintas herramientas" de las que disponen los grandes clientes de electricidad, como son los contratos de compraventa de energía -o PPA, por sus siglas en inglés-, a la que ha calificado de "muy positiva para dar cierta estabilidad".
En la primera jornada del debate del estado de la nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes una batería de medidas encaminadas a buscar una salida "justa" de la crisis económica actual.
Una de ellas es, precisamente, el impuesto sobre el beneficio extraordinario obtenido por las grandes empresas eléctricas, gasistas y petroleras con ingresos superiores a los 1.000 millones de euros, en 2022 y 2023, con el que se prevé una recaudación estimada de 2.000 millones por año.
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