Por Kate Kelland
LONDRES, 26 nov (Reuters) - Días después de acaparar los titulares con su "vacuna para el mundo" contra la COVID-19, AstraZeneca (LON:AZN) se enfrenta a cuestiones delicadas sobre su tasa de éxito que, según algunos expertos, podrían obstaculizar sus posibilidades de obtener rápidamente la aprobación normativa de los Estados Unidos y la Unión Europea.
Varios científicos han planteado dudas sobre la solidez de los resultados que muestran que la vacuna tuvo una eficacia del 90% en un subgrupo de participantes en el ensayo que, por un error inicial, recibieron media dosis seguida de una dosis completa.
"Todo lo que tenemos es una divulgación limitada de datos", dijo Peter Openshaw, profesor de medicina experimental en el Imperial College de Londres.
"Tenemos que esperar a tener los datos completos y ver cómo ven los reguladores los resultados", dijo, y añadió que los reguladores de Estados Unidos y Europa "podrían posiblemente tener puntos de vista distintos".
La farmacéutica británica AstraZeneca dijo el lunes que su vacuna experimental, desarrollada con la Universidad de Oxford, tuvo un promedio de prevención del 70% de los casos de COVID-19 en los ensayos de tercera fase realizados en Reino Unido y Brasil.
Mientras que la tasa de éxito fue del 90% en el subgrupo de voluntarios, la eficacia fue del 62% con la administración completa aplicada dos veces, como fue el caso de la mayoría de los participantes.
Eso está muy por encima del 50% de eficacia requerido por el órgano regulador de EEUU. El regulador de medicamentos de Europa ha dicho que no establecerá un nivel mínimo de eficacia para las potenciales vacunas.
Sin embargo, lo que más preocupa es que el resultado más prometedor del ensayo, de un 90%, proviene de un análisis de un subgrupo, una técnica que muchos científicos dicen que puede producir lecturas incorrectas.
"Los análisis de subgrupos en los ensayos controlados aleatorios siempre están llenos de dificultades", dijo Paul Hunter, profesor de medicina de la Universidad de East Anglia en Reino Unido.
Dijo, en particular, que tales análisis aumentan el riesgo de "errores de tipo 1", es decir, cuando una intervención se considera efectiva cuando en realidad no lo es.
Esto se debe en parte a que el número de participantes en un subgrupo se reduce en gran medida, lo que hace más difícil confiar en que un hallazgo no se deba sólo a diferencias o similitudes fortuitas entre los participantes.
"Para confiar en los resultados", dijo Hunter, cualquier análisis de subgrupo "debería tener la suficiente potencia", con un gran número de voluntarios para tomarse las lecturas.
Sólo 2.741 voluntarios estaban en el subgrupo que dio la lectura de eficacia del 90%, una fracción de las decenas de miles en los ensayos que dieron lugar a los datos de eficacia superiores al 90% publicados a principios de este mes para las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna.
EL DIABLO ESTÁ EN LOS DETALLES
AstraZeneca dijo que la administración de la media dosis fue revisada y aprobada por monitores independientes de seguridad de datos y por el regulador del Reino Unido, añadiendo que el regulador confirmó públicamente que no había "ninguna preocupación".
"Estamos en conversaciones con los reguladores de todo el mundo para evaluar estos hallazgos y esperamos con interés la publicación de los resultados revisados por pares, que ahora se han presentado a la revista", añadió un portavoz.
La Universidad de Oxford no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El regulador de los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), no ha hecho comentarios sobre los resultados de los ensayos de la vacuna de AstraZeneca. La Agencia Europea de Medicamentos dijo el jueves que "evaluará los datos sobre la eficacia y la seguridad de la vacuna en las próximas semanas una vez que se hayan recibido de la compañía".
Sin embargo, el proceso de regulación se ha visto perjudicado, según los expertos, que señalan lagunas cruciales en los datos que AstraZeneca ha hecho públicos hasta ahora.
"El diablo está en los detalles", dijo Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College de Londres. "Estamos tratando de evaluar diseños de ensayos realmente complejos en base a pequeños comunicados de prensa".
Más allá de los índices de eficacia de los titulares, el comunicado de datos de AstraZeneca no dio mucho a los científicos con lo que poder trabajar. No dijo cuántas infecciones ocurrieron en el subgrupo, por ejemplo, o en el grupo que recibió dos dosis completas, o en el grupo que recibió placebo.
"Muchas preguntas quedan sin respuesta", dijo Morgane Bomsel, experta del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, y añadió: "Tenemos la impresión de que ellos (AstraZeneca) están eligiendo los datos de forma selectiva".
"UN NÚMERO DE VARIABLES"
Moncef Slaoui, el principal asesor científico del programa de vacunas del Gobierno de los Estados Unidos, Operation Warp Speed, también destacó la existencia de lagunas.
Dijo que nadie del subgrupo que recibió la media dosis inicial tenía más de 55 años, lo que sugiere que la eficacia del régimen en los cruciales grupos de mayor edad no está probada en estos datos provisionales.
En el grupo que recibió una dosis completa correcta seguida de una dosis completa, señaló, se incluyeron personas mayores.
Tales preocupaciones, y las posibles consecuencias para la velocidad de la aprobación regulatoria, propiciaron que las acciones de AstraZeneca marcasen el jueves su nivel más bajo desde abril, cayendo un 7% desde que la compañía publicó los datos el lunes.
Por el contrario, Moderna ha subido un 22% desde que publicó sus datos del ensayo con su vacuna el 16 de noviembre y Pfizer (NYSE:PFE) y BioNTech han subido un 6% y un 14%, respectivamente, desde que anunciaron sus exitosos datos el 9 de noviembre.
"Hay un número de variables que necesitamos entender, y cuál ha sido el papel de cada una de ellas en el logro de la diferencia de eficacia", dijo Slaoui el martes. "Todavía es posible que la diferencia (en eficacia) sea una diferencia aleatoria", añadió.
"Es poco probable, pero todavía es posible".
(Información de Kate Kelland en Londres; información adicional de Matthias Blamont en París, Ludwig Burger en Fráncfort y Francesco Guarascio en Bruselas; editado por Josephine Mason y Pravin Char, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)