Bruselas, 7 nov (.).- El grupo siderúrgico Arcelor Mittal (BME:MTS), principal productor de acero del mundo, obtuvo un beneficio neto de 1.729 millones de dólares (1.607 millones de euros) hasta septiembre, un 55,5 % inferior al registrado en el mismo periodo del año previo, informó este jueves la compañía.
Las ventas cayeron un 11,1 % en ese periodo hasta los 47.727 millones de dólares (44.372 millones de euros).
El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en los 5.399 millones de dólares (5.019 millones de euros) al cierre de septiembre, un 25,9 % por debajo del obtenido en los primeros nueve meses de 2023.
La empresa señaló en un comunicado que, “a pesar de la difícil coyuntura del mercado”, la compañía “sigue mostrando un rendimiento sólido gracias a la diversificación regional”.
El consejero delegado de la compañía, Aditya Mittal, afirmó que el clima económico sigue siendo moderado aunque han obtenido “unos resultados financieros resistentes, reforzando la solidez estructural del grupo”.
Por otro lado, en el tercer trimestre del año, la multinacional siderúrgica registró un beneficio neto de 287 millones de dólares (266 millones de euros), un 69,1 % menos que en el mismo periodo de 2023.
Las ventas entre julio y septiembre cayeron un 8,5 % interanual hasta los 15.196 millones de dólares (14.127 millones de euros).
El consejero delegado del grupo dijo que espera que la demanda aparente sea más fuerte en el segundo semestre del año en comparación con 2023.
También destacó que los niveles de existencias son bajos, “lo que indica que se reabastecerán cuando se recupere la demanda real”.
Igualmente, consideró “preocupante” el aumento de las importaciones en Europa y afirmó que “urge adoptar medidas comerciales más enérgicas para solucionarlo”.
Arcelor Mittal subrayó que el exceso de producción de China en relación con la demanda se traduce en diferenciales siderúrgicos nacionales muy bajos (con la mayoría de los productores en pérdidas) y exportaciones agresivas.
Además, indicó que los precios del acero, sobre todo en Europa, están “muy por debajo de la curva de costes marginales”.