Buenos Aires, 25 mar (.).- El Gobierno argentino modificó este lunes por decreto la fórmula de actualización de las pensiones, que en la actualidad pierden poder adquisitivo por la altísima inflación imperante en el país, del 276,2 % interanual.
Según un decreto publicado en el Boletín Oficial, desde abril las pensiones se actualizarán de acuerdo con la variación mensual del IPC de los dos meses anteriores.
Con la anterior fórmula, reformada en el Gobierno del peronista Alberto Fernández (2019-2023), los incrementos se hacían de manera trimestral según un cálculo basado en la recaudación del organismo de previsión y la variación de los salarios, y las pensiones sufrieron una licuación debido al desfase entre la inflación y el traslado a los haberes.
"Desde abril los jubilados van a cobrar los aumentos mensuales según el IPC", confirmó este lunes el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual rueda de prensa en la sede del Ejecutivo, y explicó que "cambia radicalmente lo que iba a pasar con los haberes si no se cambiaba la formula en abril y mayo, que iba a ser del 0 %".
El Ejecutivo de Javier Milei determinó que en abril se pagará un "incremento extraordinario" del 12,5 % sobre los haberes jubilatorios -además del aumento por la inflación mensual de febrero del 13,2 %- y un "adelanto" de la actualización de junio de 2024, ya que se respetará el pago de un bono de 70.000 pesos que se había decretado para ese período.
En mayo se pagará la actualización según la inflación mensual de marzo y prevé un "adelanto" correspondiente a junio próximo.
Los incrementos otorgados entre abril y junio "serán a cuenta" de la actualización que debe pagarse en junio de 2024 conforme al nuevo índice aprobado este lunes.
La primera actualización en base a la fórmula decretada este lunes, sin añadidos extraordinarios o por empalme entre fórmulas, será en las prestaciones de julio de 2024.
La nueva fórmula de ajuste se aplica sobre unas pensiones ya muy deterioradas por la elevada inflación, que empezó a repuntar en 2017 y se agravó desde finales de 2023, ya que las jubilaciones (sin considerar los bonos adicionales que se otorgaron discrecionalmente) son un 23 % inferiores en términos reales respecto al promedio del año pasado y un 50 % inferiores respecto al promedio de 2017, según un reporte del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
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