Agustín de Gracia
Los Cabos (México), 20 feb (EFE).- El Grupo de los Veinte (G20) dejó sentada hoy la interrelación creciente que existe entre la política y la economía y sembró ideas para borrar las contradicciones entre los intereses nacionales y los globales.
"La política internacional y la economía internacional son inseparables", afirmó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, al hablar de la reunión de dos días que se cerró hoy en este centro turístico de Baja California del Sur.
"Hay una creciente conexión entre el perfil tradicional del G20, de carácter financiero, y los temas de desarrollo económico y gobernanza", agregó Clinton en una rueda de prensa que dio por acabada anticipadamente por un ataque de tos.
El domingo y el lunes se sentaron en un hotel de Los Cabos dieciocho jefes de la diplomacia de los cinco continentes en una iniciativa novedosa del G20, que hasta ahora había enfocado sus reuniones en sus ministros de Finanzas o en los jefes de Estado.
Se trataba de hacer un "ejercicio de reflexión", según la secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Patricia Espinosa, para que los ministros se reunieran informalmente con el fin de desarrollar un diálogo franco y abierto a todos los temas.
Esta reunión de ministros de Asuntos Exteriores, la primera del G20 desde que surgió esa iniciativa, en 1999, es previa a los debates que se llevarán a cabo también aquí en la cumbre del grupo que se desarrollará en junio próximo.
"La reunión me ha parecido extraordinaria", declaró a Efe el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que representa a un país que quedó como invitado permanente del G20.
García-Margallo destacó el "ambiente muy relajado, muy poco estructurado y muy poco formal" de la cita, y la importancia de establecer "vínculos personales humanos" y nutrirse de "esta química entre los ministros que ayuda enormemente a resolver los temas".
Al hacer una evaluación final de la reunión en una rueda de prensa, Espinosa insistió en que este esfuerzo no implica reemplazar a los organismos internacionales en sus habituales decisiones sobre la agenda mundial.
Espinosa dijo que en la reunión se habló sobre la sensación de que la comunidad internacional sufre "un problema en el cumplimiento de decisiones, más que en la adopción de decisiones".
Insistió que en la cita se habló de la decisión de aprovechar las instituciones y mecanismos existentes para "cumplir con las decisiones que ya se han tomado".
A la reunión de Los Cabos asistieron altos funcionarios de los veinte países del grupo, cinco naciones que también participarán en la cumbre de junio (España, Colombia, Chile, Camboya y Benin) y otros países, hasta 31, que sólo fueron invitados para esta cita.
Espinosa dijo que no está prevista una ampliación del G20, y agregó que México considera provechosas las ventajas de "un grupo con un formato relativamente pequeño".
"El intercambio de ayer y hoy no habría sido posible si ampliáramos el grupo. Sería muy difícil llegar a acuerdos, insistió la ministra mexicana.
Como estaba previsto, no hubo una declaración final y tampoco había compromisos previos, aunque Espinosa habló de algunas preocupaciones que fueron compartidas.
"Si bien el principio de cooperación rige la acción internacional multilateral, es importante tomar en cuenta que hasta ahora el concepto de asistencia al desarrollo o cooperación internacional se ha entendido como una manera de ayudar al otro, el que está en situación menos favorable", dijo la ministra mexicana.
"Ahora -añadió- ha quedado claro que cualquier cooperación internacional tiene un propósito directo de proteger intereses nacionales de cada uno de los países".
La reunión de Los Cabos será seguida el próximo fin de semana de una cita de los ministros de Finanzas del G20, los que tradicionalmente han llevado la batuta de esta iniciativa, surgida en 1999 y que desde el 2008 lideraron los jefes de Estado. EFE
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