Bruselas, 31 dic (EFE).- La Unión Europea (UE) empezará a aplicar a partir de mañana su nueva política de ventajas arancelarias a terceros países, que se caracterizará por centrar esas ayudas en los estados más necesitados y excluir a los que hayan alcanzado una renta media-alta como Argentina, Brasil, Cuba, Uruguay o Venezuela.
El reformado "sistema generalizado de preferencias" (SGP) ha sido pactado entre los Estados de la UE, la Comisión Europea (CE) y la Eurocámara como una "herramienta poderosa para el desarrollo económico de los países más pobres del mundo a través de un acceso preferente al mercado de 500 millones de consumidores de la UE", explicó en un comunicado el Ejecutivo comunitario.
La CE decidió proponer un cambio en las reglas del SGP teniendo en cuenta la emergencia a lo largo de las dos últimas décadas de países que cada vez son más competitivos en los mercados internacionales y que eran de los que más beneficios sacaban del régimen europeo, mientras que otros más pobres siguen quedándose atrás.
En 2012, los países que habían llegado a un nivel medio-alto de renta representaron el 32 % de las preferencias concedidas por la UE.
La principal novedad es que el nuevo sistema reducirá de 177 a 90 los países que podrán beneficiarse de él, de manera que se garantice un "mayor impacto" en los más necesitados para ayudarles a exportar a la UE y facilitar su integración en los mercados internacionales, una medida unilateral por parte del bloque europeo que no busca medidas recíprocas por parte de sus socios.
Entre los países que seguirán en el programa SGP se encuentran Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú o El Salvador.
También China, India, Indonesia, Iraq, Nigeria, Pakistán, Sri Lanka, Siria, Tailandia, Ucrania o Vietnam.
Un total de 67 países seguirá obteniendo ventajas de otros acuerdos comerciales con la UE pero no del SGP, en tanto que 20 ya no tendrán ningún acceso preferente por haber alcanzado un nivel de renta alto o medio-alto durante tres años seguidos, según la clasificación del Banco Mundial (BM).
Entre los que se quedan fuera, destacan países que han logrado una renta alta como Catar o Emiratos Árabes; los de renta media-alta como Argentina, Brasil, Cuba, Uruguay, Venezuela o Rusia; otros que tienen acuerdos comerciales específicos con la Unión como Marruecos o Túnez o los países del Cariforum como la República Dominicana, o los que tienen suscritos acuerdos de asociación económica como Gana.
También quedan excluidos México y Sudáfrica.
La UE ha dejado claro que estos países volverán a recibir preferencias arancelarias si caen de categoría de renta o si los acuerdos que hay firmados con alguno de ellos son revocados o expiran.
La UE anunció estos cambios en el SGP -en vigor desde 1971- hace más de un año a fin de que la transición fuera suave y las empresas tuvieran tiempo para adaptar sus negocios.
Según los cálculos del bloque europeo, las nuevas medidas afectarán a importaciones de bienes por valor de 58.000 millones de euros.
El SGP cubre tres regímenes diferentes. De ellos, el "SGP estándar" prevé reducciones de aranceles en el 66 % de líneas tarifarias y representa más del 70 % de todas las importaciones que se benefician del programa y unos 40.700 millones de euros.
Otro de ellos es el SGP+, que garantiza "más apoyo" a los países que se comprometan seriamente con la implementación de las convenciones internacionales sobre derechos humanos, derechos laborales y medioambiente y buen gobierno.
Para animarlos a cumplir con esos estándares, el SGP+ les ofrece importantes reducciones arancelarias suplementarias en el 66 % de las líneas tarifarias (en 2012 representó el 8,5 % de las preferencias del SPG general e importaciones por valor de 4.900 millones de euros).
El tercer sistema es el acuerdo "todo menos armas", que ofrece a 49 países "menos desarrollados" un acceso libre de aranceles a todos los productos exceptuando armas y municiones en el 99 % de las líneas tarifarias, y que es el más generoso de los tres (representa el 21 % de todas las preferencias y 12.400 millones de euros en importaciones). EFE