Londres, 16 ene (EFE).- La compañía estadounidense Google perdió hoy en el Tribunal Superior de Londres una batalla legal para bloquear una demanda presentada por un grupo de internautas británicos que acusan a la empresa de violar su privacidad.
El gigante de internet había pedido a la corte que declarase que el Reino Unido no tiene jurisdicción judicial para tramitar esa demanda, relacionada con el navegador Safari.
El grupo, conocido como usuarios de Safari Contra el Rastreo Secreto de Google y que interpuso la demanda hace un año, acusa a la empresa de California de controlar supuestamente las búsquedas a través del navegador de Apple, Safari, y haberles enviado publicidad personalizada entre 2011 y 2012.
En una vista celebrada hoy en el Tribunal Superior, los magistrados concluyeron que las cortes del Reino Unido son una "jurisdicción apropiada" para tramitar estas demandas.
Google había argumentado ante ese tribunal que la Justicia británica no tiene jurisdicción para tramitar la demanda y que ésta debía tener lugar en las cortes estadounidenses.
Liderado por la británica Judith Vidal-Hall, exdirectora de la revista Index On Censorship, el grupo de internautas argumentó que el control "clandestino" que ejerció Google en ese periodo de tiempo causó "angustia y vergüenza entre los usuarios británicos".
Entre esas quejas, los demandantes incluyen el mal uso que supuestamente hace Google de la información privada, la colocación ilegal de "cookies" en los dispositivos de los usuarios, la "violación de su confianza" y la infracción de la Ley de Protección de Datos británica de 1998.
Tras conocerse el dictamen de hoy, el grupo señaló que el "argumento de Google de que un juicio debería tener lugar en California no ha sido aceptado".
El grupo alega que Google actuó en contra de lo que dicta una enmienda de 2009 a una directiva de la Unión Europa en la que se establece que hay que pedir consentimiento antes de guardar "cookies" (herramientas empleadas por las páginas web para recordar las preferencias de un usuario) en un dispositivo. EFE