Por Paulo Prada
RÍO DE JANEIRO (Reuters) - La presidenta izquierdista de Brasil, Dilma Rousseff, quedó primera en las elecciones del domingo pero no logró suficientes votos para evitar una segunda vuelta contra su rival pro mercados Aécio Neves, que tuvo un sorpresivo repunte de última hora en las preferencias, de acuerdo con resultados oficiales.
Después de la campaña más agitada en Brasil en décadas, el énfasis de Neves en un "cambio seguro" y sus buenas credenciales como gobernador del estado de Minas Gerais por dos períodos convencieron a suficientes votantes de que él era la apuesta más segura para disputarle el cargo a Rousseff.
Aunque durante el Gobierno de Rousseff -del Partido de los Trabajadores- Brasil cayó en una larga desaceleración económica, la presidenta sigue siendo muy popular entre los pobres.
Con el 96,72 por ciento de los votos escrutados, Rousseff contaba con 41,25 por ciento de los sufragios válidos comparado con el 33,93 por ciento de Neves, según resultados del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil.
Marina Silva, una prominente ambientalista que llegó a liderar los sondeos de intención de voto pero vio desinflarse abruptamente el apoyo al final de la campaña, ocupaba el tercer lugar con un 21,25 por ciento.
Una encuesta a boca de urna difundida por TV Globo apenas cerraron las urnas mostró a Rousseff, que busca la reelección, con un 44 por ciento de los votos, a Neves con un 30 por ciento y a Silva con un 22 por ciento.
Como ninguno de los candidatos logró la mayoría de los votos válidos, Neves y Rousseff se enfrentarán en una segunda ronda electoral el 26 de octubre.
En la contienda para el balotaje -que según sondeos de intención de voto debería ganar Rousseff- se enfrentarán el acento de la mandataria en los programas sociales y la intervención del Estado en la economía contra la visión de Neves de un mayor intercambio comercial y de un Estado más austero.
Hasta la semana pasada, Silva, del Partido Socialista Brasileño, se perfilaba como la más probable rival para Rousseff en segunda vuelta. Pero el apoyo se fue desinflando ante la campaña negativa que la acusaba de ser volátil en temas tan disímiles como el sistema tributario y el matrimonio homosexual.
Eso le otorgó a Neves una ventana para presentarse como una alternativa más segura. Su partido de centro, el de la Social Democracia Brasileña (PSDB), gobernó Brasil entre 1995 y el 2002. Durante ese período se concretaron importantes reformas pro mercado que pusieron fin a décadas de elevada inflación y de inestabilidad financiera.