Roma, 12 ene (EFE).- Cientos de ciudadanos impidieron hoy a los
técnicos acceder a las obras en el valle de Susa, en los Alpes
italianos, donde se prevé construir la línea ferroviaria de Alta
Velocidad (TAV) entre Turín y Lyon (Francia), retomando así la
protesta que protagonizan desde hace años contra este proyecto.
Los técnicos, encargados de efectuar los estudios geológicos,
llegaron a primeras horas de la mañana a la zona escoltados por la
policía, pero los ciudadanos, que desde el sábado se concentran ante
las obras, no les dejaron realizar su trabajo.
Los ciudadanos de la valle de Susa y Venaus, en Turín, donde se
construirá el túnel por el que pasará la línea, luchan desde hace
años contra la línea ferroviaria, financiada por la Unión Europea
(UE), al considerar que destruirá el paisaje.
Además temen los efectos negativos medioambientales y para la
salud, ya que las obras suponen la remoción de miles de toneladas de
uranio y amianto, principales elementos que componen las montañas
por las que ha de pasar el tren.
Un informe de la Comisión Europea, elaborado por expertos
independientes aseguraba hace unos años que los riesgos tanto para
los trabajadores como para los habitantes respecto a la presencia de
gases tóxicos o amianto "no parecían ser significativos".
Durante estos años se han vivido fuertes protestas y
manifestaciones, así como momentos de tensión y enfrentamientos
entre las fuerzas del orden y los ciudadanos que impedían que
comenzasen las obras.
El tramo ferroviario Lyon-Turín está dentro del proyecto
"Lyon-Trieste-Liubliana-Budapest-frontera ucraniana", incluido entre
los prioritarios de la UE y que debía haberse iniciado antes de
2010. EFE