Londres, 25 ene (EFE).- El secretario de Estado del Gobierno
británico para el sector financiero, Paul Myners, reclama hoy el fin
de la cultura de la "codicia" que, a partir de la banca, se ha
infiltrado, según denuncia, en muchas áreas de la sociedad.
"Las actividades de la banca de inversiones se han extendido a
todo lo que hacemos en el mundo empresarial. Los ejecutivos de las
empresas pasan cada vez más tiempo con los banqueros de
inversiones", escribe Myners en el diario The Guardian.
Según el político laborista, "es necesario replantearse un modelo
económico que parece funcionar mucho mejor para los bancos de
inversiones que para las empresas y los trabajadores".
En clara alusión a la compra de la chocolatera británica Cadbury
por la estadounidense Kraft, Myners critica asimismo las reglas
sobre opas que facilitan la compra de compañías nacionales por otras
de otros países.
Myners se queja de la "falta de equidad" en el rescate público de
la banca y señala que cuando se producen recesiones, muchas empresas
se ven afectadas y algunas quiebran, lo que destruye empleo.
Los bancos, sin embargo, estaban en su mayor parte protegidos por
unas reglas que se aplicaban al resto con un gran coste para el
erario público, critica el político laborista.
"Cualquier institución que considera que van a rescatarla cuando
las cosas se pongan difíciles es inherentemente peligrosa. Si uno
sabe que no va a tener que soportar las consecuencias de eventuales
decisiones erróneas, no pondrá tanto cuidado a la hora de tomarlas",
explica.
"Si un banco es considerado como demasiado grande o importante
para quebrar, deben ser los bancos y sus propietarios, y no los
contribuyentes, quienes paguen el precio necesario para salvarlo",
agrega Myners.
El secretario de Estado afirma la intención de los gobiernos de
obligar a los bancos a aumentar sus reservas de capital y su calidad
con respecto a lo que ha ocurrido en el pasado.
"También les exigiremos tener siempre una mayor proporción de
activos líquidos de forma que puedan recurrir a ellos cuando sea
necesario, e impondremos topes de endeudamiento para garantizar que
viven dentro de sus posibilidades", añade.
Myners recibe hoy en Londres a sus homólogos de los países del G7
para tratar de la posible imposición de una tasa bancaria capaz de
proteger los préstamos o garantías estatales a ese tipo de
entidades.
El Grupo de los Siete está formado por las principales economías
industrializadas: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia,
Japón y Reino Unido. EFE