Madrid, 7 jun (.).- Las acciones del Banco Santander (MC:SAN) no han sufrido hoy importantes movimientos bursátiles y han cerrado con una caída del 0,88 % una sesión en la que la entidad ha anunciado la compra del Banco Popular (MC:POP), cuyas acciones serán excluidas del IBEX 35 mañana mismo.
En concreto, los títulos de la entidad que preside Ana Botín han cerrado la jornada a 5,74 euros, después de dejarse el 0,88 %, con lo que en el acumulado del año, sus ganancias se reducen al 18,21 %.
Las acciones del Banco Popular eran suspendidas de cotización antes de la apertura del mercado.
Poco después, el Santander anunciaba que adquiría el 100 % del Popular por un euro tras participar en un proceso competitivo organizado, después de que el Banco Central Europeo (BCE) constatara la inviabilidad del Popular de manera independiente.
Como parte de la operación, el Santander tiene previsto realizar una ampliación de capital de unos 7.000 millones.
Analistas como los de Norbolsa han considerado que la operación anunciada hoy es positiva para el Santander, ya que le permite aumentar su cuota de mercado en España y situarse nuevamente como líder.
Igualmente, para Fidentis, la citada adquisición es "buena" para la entidad que preside Ana Botín, con números presentados que son bastante conservadores.
"Esperamos que la fusión lleve a una mejora de los diferenciales en el mercado de crédito para las pymes, lo cual será positivo para todo el sector bancario español", han añadido desde Fidentis.
De la misma opinión han sido los expertos de Renta4 Banco, que han asegurado que pese a cierta presión a la baja que han sufrido los títulos del banco por la ampliación de capital, "la lógica estratégica de la operación", que le permitirá a Santander recuperar el liderazgo en banca comercial en España, especialmente en pymes y conseguir elevadas sinergias, "hacen prever que se trata una buena operación en el medio plazo".
Por su parte, Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, ha recordado que el Popular ha llegado a esta situación tras "una mala gestión de riesgo durante los últimos años".
"La fuga de depósitos, la pérdida de confianza de otros institucionales en el mercado y el desplome de sus acciones desde la pasada semana han precipitado los acontecimientos", ha añadido el analista, para quien el BCE ha tomado la decisión de intervenir el banco tras solicitar una valoración del Popular a un experto independiente.
"Dicha valoración resultó ser de 2.000 millones de euros negativos en el escenario central, y de 8.200 millones de negativos en el escenario estresado", según el analista, para quien aunque el la situación del Popular es aislada, "la solución final elimina un foco de incertidumbre sobre el sistema bancario español y el europeo".
"Sin embargo, la manera de proceder y la pérdida de su inversión por parte de muchos minoristas e institucionales podría hacer que descienda la confianza de muchos inversores en la bolsa española", ha denunciado el analista, que en este sentido, ha advertido que tras la compra, el sistema bancario español quedará reducido a un puñado de entidades.
La adquisición del Popular se ha producido después de varias jornadas de agonía bursátil para la entidad, que desde que comenzó junio se había dejado el 47,9 %, hasta situar la acción en mínimos históricos, a 0,31 euros.
Su capitalización bursátil se había reducido hasta los 1.330 millones, en tanto que las pérdidas acumuladas en el año alcanzaban ya el 65,4 %.