Por Sam Edwards, Inmaculada Sanz y Sonya Dowsett
BARCELONA/MADRID (Reuters) - El Gobierno catalán no atenderá el requerimiento del Ejecutivo español para que revoque la supuesta declaración de independencia de la semana pasada o aclare que no se proclamó antes del jueves, cuando vence el ultimátum para aplicar medidas extraordinarias de intervención en la región.
"El jueves no diremos nada diferente a lo que dijimos el lunes", dijo el martes el portavoz del Gobierno catalán en referencia a una primera carta enviada la víspera por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, que le había emplazado a aclarar si había declarado la independencia de Cataluña.
"Nuestra apuesta sigue siendo el diálogo. ¿Quieren sentarse a hablar?", preguntó Jordi Turull al Gobierno español en una comparecencia posterior a la reunión del consejo del Ejecutivo catalán.
Turull no aclaró si Puigdemont enviaría una nueva a carta a Rajoy, después de que en la misiva del lunes no respondiera si se había producido una declaración unilateral de independencia e instara a la mediación internacional para resolver un conflicto que ha sumido al país en la mayor crisis institucional en décadas.
El requerimiento que vence el jueves, por lo tanto, "no tendrá ninguna eficiencia", dijo Turull en una rueda de prensa que coincidió con el ingreso en prisión de los líderes de dos asociaciones soberanistas, un elemento que ha añadido tensión social a la crisis catalana y ha sacado de nuevo a la calle a miles de ciudadanos.
MOVILIZACIONES POR "PRESOS POLÍTICOS"
Mientras el independentismo se movilizaba de nuevo en Barcelona, Turull dijo que la decisión del lunes de la Audiencia Nacional formaba parte del "asedio" y "linchamiento" del Estado español hacia los agentes independentistas en Cataluña en sus intentos por desbaratar sus ambiciones secesionistas, y añadió que el Gobierno catalán no cederá.
"La rendición no forma parte de ninguno de los escenarios de este gobierno", dijo Turull.
El portavoz instó, en referencia a las movilizaciones convocadas para hoy en defensa de los dirigentes del movimiento soberanista, a que las protestas sean pacíficas, el mismo mensaje lanzado por las asociaciones a la que pertenecen los encarcelados, Asamblea Nacional Catalana y Òmnium.
"No hay que caer en las provocaciones desde los distintos resortes del Estado", dijo Turull.
Poco después de las ocho de la tarde decenas de miles de ciudadanos, muchos de ellos con velas encendidas, se concentraban para expresar su repulsa en el centro de Barcelona con gritos de "libertad" y "fuera con las fuerzas de ocupación" en un ambiente calmado y entonando por momentos Els Segadors, el himno oficial de la región.
"Ayer metieron a dos personas en la cárcel y eso es completamente injusto. Son presos políticos que representan a la gente, un movimiento social. Es la política quien les ha encarcelado, no la justicia", dijo Adriana Giordani, una de las manifestantes, que a sus 27 años trabaja en una agencia de viajes y que votó "Sí" en el referéndum del pasado uno de octubre.
La manifestación terminó sin incidente alguno alrededor de las diez de la noche hora local.
Por la mañana, centenares de personas se habían manifestado frente a sus puestos de trabajo con carteles en los que podía leerse "Libertad presos políticos".
Muchos de los manifestantes piden a la comunidad internacional no mirar hacia otro lado y ayudar a resolver una crisis de la que por el momento la Unión Europea ha permanecido ajena al afirmar que se trata de un conflicto interno.
"Que nos apoyen desde afuera porque es una vergüenza que esto pase en Europa en el siglo XXI", dijo por la mañana Alba Metge, trabajadora del ayuntamiento.
Óminiun Cultural colgó un emotivo vídeo en inglés, que fue compartido en las redes por Puigdemont, en el que bajo el título "Help Catalonia. Save Europe" se narra la visión independentista de los sucesos de los últimos días ilustrada con imágenes de las detenciones, heridos y cargas policiales.