Santander (BME:SAN), 22 jun (.).-La presidenta de Asufin, Patricia Suárez, ha afeado este miércoles la lentitud con la que las entidades financieras ponen en marcha medidas para mejorar la accesibilidad ante la digitalización de los servicios financieros.
Durante su participación en los cursos de la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, Suárez se ha referido al compromiso de bancos y cajas para mejorar el acceso a servicios financieros a través de internet pero también en cajeros automáticos, con el que el sector respondió a la campaña "Somos mayores, no tontos".
A raíz de la campaña, el Ministerio de Asuntos Económicos se comprometió a crear la Autoridad Administrativa Independiente en Defensa del Cliente Financiero, que según ha asegurado la ministra Nadia Calviño hoy en Santander llegará en otoño al Congreso de los Diputados.
Sin embargo, Patricia Suárez ve pocos o ningún avance, tal y como revela un estudio elaborado por Asufin, que ha detectado que apenas penas el 5 % de los encuestados detecta mejoras en cuanto a la simplificación, de apps o entornos digitales.
Asimismo, sólo un 11 % ha recibido algún tipo de formación para mejorar su capacidad en este tipo de herramientas, algo que en opinión de Patricia Suárez es contraproducente, puesto que "un consumidor informado es mejor cliente que uno desinformado".
Aunque un 56 % de los entrevistados considera "fácil" usar un cajero, lo cierto es que se está desincentivando el uso de libretas de ahorro -cuyo uso se grava en algunos casos- pese a que las personas de más edad siguen considerándola como el medio más cómodo.
Junto a Patricia Suárez ha intervenido en la jornada la directora de comunicación de la OCU, Ileana Izverniceanu, que ha querido destacar que la exclusión no es sólo financiera sino general, con cada vez un número mayor de personas que no pueden prácticamente consumir servicios como dentistas o combustible.
Izverniceanu ha puesto el foco en la escasez de oficinas bancarias y el cierre de sucursales, sobre todo en áreas con poca densidad de población, que las entidades financieras encuentran poco rentables.
Se trata de zonas donde la población está muy envejecida, de modo que son las personas mayores, a las que no se les proporcionan alternativas a los medios digitales, las más afectadas por la falta de tecnologías inclusivas.
Los mayores son "víctimas de abusos bancarios", ha destacado Izverniceanu, no sólo por parte de las entidades sino, eventualmente, por parte de cuidadores o asistentes, que se aprovechan de su vulnerabilidad.
La portavoz de la OCU ha defendido que todos tenemos los mismos derechos, y ha alertado sobre los problemas que se vislumbran este otoño con la subida de precios en toda clase de servicios o en la "vuelta al cole".