Por Jesús Aguado y Carlos Ruano
MADRID (Reuters) - La Audiencia Nacional fijó el jueves fianzas millonarias para los expresidentes de Caja Madrid y Bankia al observar indicios de delito de administración desleal en el caso de las tarjetas opacas de la entidad ahora pública.
Tras tomar declaración a los imputados durante varias horas, el magistrado Fernando Andreu fijó una fianza de 16 millones de euros para el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y de 3 millones de euros para el que fuera máximo mandatario de Bankia, antiguo director gerente del FMI y ministro de Economía, Rodrigo Rato.
"Las conductas de los imputados podrían tipificarse como delito continuado de administración desleal (...), que sanciona a los administradores de una sociedad que realicen conductas causantes de perjuicio, con abuso de las funciones propias de su cargo", dijo la Audiencia Nacional en un comunicado.
El juez ha otorgado a Blesa y a Rato tres días hábiles para depositar fianza, respaldada por el estatal FROB y rechazada por los abogados de las defensas.
En un momento de descrédito político derivado de la peor crisis de la democracia combinada con diversos escándalos políticos y financieros y con el rescate a parte de la banca con fondos europeos, el caso popularmente conocido como de las "tarjetas black" ha provocado un gran revuelo social y mediático.
Los imputados comparecieron ante el juez para explicar el uso que hicieron de unas tarjetas concedidas al margen de los estatutos, sin justificaciones y sin tributación, razón por lo que la Agencia Tributaria también inició su propia investigación
"Ta tó pagao", rezaba una pancarta con forma de tarjeta de crédito que portaba una mujer entre varias decenas de manifestantes que se agolparon esta tarde en las inmediaciones de la Audiencia Nacional exigiendo responsabilidades.
Según documentos de la fiscalía a los que tuvo acceso Reuters y que han sido publicitados con todo detalle por los medios, hasta 86 antiguos consejeros y directivos de Caja Madrid y luego de Bankia, un grupo surgido de la fusión con otras cajas de ahorros, se habrían gastado con estas tarjetas 15,5 millones de euros entre 2003 y 2012.
La Audiencia explicó el jueves en su comunicado que para calcular las fianzas se había tenido en cuenta el dinero que los dos dirigentes habían gastado con las tarjetas.
COMPLEMENTO SALARIAL NETO
Miguel Blesa, que fue presidente de la entidad desde 1996, declaró ante el juez que el sistema estaba creado desde 1988 y que su implementación fue considerada una solución para compensar gastos al consejo, ya que las dietas estaban limitadas por el Banco de España, dijo una fuente judicial.
Los gastos de Blesa con la tarjeta "negra" ascendieron, según los documentos a los que tuvo acceso Reuters, a 436.700 euros entre los años 2003 y 2010. Abogados de Blesa no estuvieron disponibles para hacer comentarios.
La misma fuente judicial explicó que Rato le dijo al juez que cuando entró en la entidad le dieron una tarjeta de empresa y otra para gastos personales y le explicaron que estaba comprendida en su retribución y que creía que estaba sujeto a tributación. Añadió que hasta julio de 2014 no supo que el procedimiento estaba mal.
Según los documentos que obran en poder del juzgado, los gastos que realizó Rato ascenderían a unos 99.055 euros, de los cuales ya ha devuelto unos 54.800 euros que gastó entre 2011 y 2012 ya como presidente de Bankia.
El abogado defensor de Rodrigo Rato, Ignacio Ayala, no estuvo disponible el jueves para hacer comentarios.
EL DIRECTOR GENERAL, SIN FIANZA
Junto con Blesa y Rato, compareció también ante el tribunal el que fuera director general de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj y quien, según los documentos habría gastado con la tarjeta 484.000 euros entre 2003 y 2010, aunque devolvió el importe íntegro la víspera de declarar.
Tras tomarle declaración, el Juez decidió dejarle en libertad sin fianza al no apreciar que fuera responsable subsidiario de la entrega de estas tarjetas, explicó una fuente judicial.
Según la fuente, Sánchez Barcoj, que era el responsable de auditoría entre los años 1996 y 2000, aseguró al juez desconocer el origen de las tarjetas y coincidió con los anteriores a la hora de señalar que entendió que se trataba de un complemento retributivo neto.
Dijo que Blesa era quien tenía decisión exclusiva sobre a quién se le concedía la tarjeta y sus fondos y explicó que, aunque a lo largo de 2011 se fueron anulando las tarjetas, el propio Rato le comunicó en 2012, ya bajo el emblema Bankia, que le iba a conceder otra.
De hecho, según la misma fuente, Rato reconoció que, ya en Bankia, él personalmente había dado orden de que las tarjetas se mantuvieran al considerar que eran parte del sueldo.
Sindicalistas, políticos, incluso el que fuera jefe de la Casa Real, figuran en la lista de beneficiarios de estas tarjetas en su calidad de consejeros o directivos de la entidad.
El caso, que está siendo estudiado por los comités de los partidos políticos y organizaciones sindicales, ha provocado ya una cascada de dimisiones o destituciones entre las que destacan la renuncia del economista Juan Iranzo a sus cargos de consejero en Red Eléctrica y en el Consejo Económico y Social o el cese del director general de Economía de la Comunidad de Madrid, Pablo Abejas.