Madrid, 9 dic (.).- Bank of America (NYSE:BAC) espera para 2025 una mayor volatilidad en los mercados por la incertidumbre de las políticas de la administración del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, país al que ve "fuerte", por lo que descarta que se vaya a producir una "burbuja financiera", con más bajadas de tipos y precios a la baja del petróleo.
En la presentación de sus estrategias para 2025, los responsables de Renta Variable Europea, Sebastián Raedler, de Global de Análisis de Materias Primas y Derivados, Francisco Blanch; y el economista jefe para Europa, Rubén Segura-Cayuela, han destacado la fortaleza de la economía estadounidense, que esperan que supere en 2025 a otras economías desarrolladas.
En este sentido, las previsiones que apuntan son que el indicador S&P 500 de la Bolsa de Nueva York termine 2025 con una subida del 10 %, en 6.666 puntos.
Segura-Cayuela ha destacado que el factor de riesgo clave para la economía global el próximo año tiene que ver con las políticas potenciales que puede llevar a cabo la administración americano, ya que excepto para México y Canadá se van a doblar los aranceles, de manera que "la política comercial va a jugar un papel fundamental".
En su opinión, el punto de partida de la economía americana es extremadamente resiliente, muy diferente al caso de Europa, y ha apuntado que hay una inflación que "le va a costar mucho volver al objetivo del 2 %", algo que no cree que se logre hasta más allá de 2026, mientras que ha señalado que los tipos de interés seguirán bajando seguramente en 25 puntos básicos.
En cuanto a la situación económica, ha destacado que el centro de Europa permanecerá más débil que la periférica, y ha destacado en concreto el caso de Alemania, así como Francia, país del que ha dicho que tendrá un "crecimiento muy débil".
Respecto a China, ha considerado que el país se verá obligado a llevar a cabo medidas fiscales más agresivas para "lidiar con la situación".
Por su parte, Blanch, en referencia a las materias primas, ha estimado un debilitamiento del crecimiento de la demanda de las materias primas, en concreto del petróleo, ya que habrá un exceso de oferta, y ha situado el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, en los 65 dólares.
En cuanto al oro, ha apuntado que después de que se enfrentara a vientos en contra a principios de año, debería alcanzar más tarde un máximo de 3.000 dólares la onza, mientras que en el caso del gas y la electricidad ha señalado que estiman un "entorno muy ajustado".
En este sentido, ha dicho que el problema en Europa es el acuerdo de tránsito entre Ucrania y Rusia para el gas que se acabará a final de año y no parece que se vaya a renovar.
A la cuestión sobre la posibilidad de que los criptoactivos, en concreto el bitcoin se integre en la cartera base de los bancos centrales, Blanch ha afirmado que es un activo difícil de integrar por la gran volatilidad que tiene, y ha recordado que el mercado del oro es "mucho más atractivo" al ser siete veces y media más grande que el mercado de criptodivisas.
Por tanto, ha destacado que no se va a producir un gran paso en ese sentido.