Investing.com.- Repsol (MC:REP) ha dado a conocer recientemente su estrategia con el objetivo de reestablecer la confianza tras la compra de Talisman (TO:TLM). Sus planes para lidiar con la caída de los precios energéticos deberían influir en el Capex proforma, que podría bajar hasta un 40% desde los máximos de 2014, al tiempo que la implementación del programa de eficiencia en materia de OPEX debería permitir al grupo ahorrar 1.500 millones de euros de aquí a 2020.
Estos factores, unidos al programa de desinversiones de 2.600 millones de euros, deberían hacer que Repsol reduzca su apalancamiento de forma significativa en el tiempo previsto, incluso si el petróleo se sitúa en los 50 dólares.
El proceso de ajuste, sin embargo, le llevará un tiempo, tal y como quedó demostrado en la presentación de sus últimos resultados. Afortunadamente, parte de la decepción de sus cifras se basa en factores de tipo no-efectivo y como resultado, la deuda neta a finales del tercer trimestre fue ligeramente inferior de la registrada en el segundo trimestre.
Por todo ello, los expertos de Barclays (L:BARC) apenas modifican su estimación de BPA para 2015, que reducen en un 33%. Las previsiones para el periodo 2016-19 se mantienen intactas, así como su recomendación, que se mantiene en neutral.
“Lo principal para nosotros es saber que los activos de Talisman lo están haciendo mejor de lo esperado y que el negocio de downstream mantendrá una mayor resistencia de lo que muchos esperan. Seguimos viendo valor a largo plazo en Repsol, aunque con los catalizadores a corto plazo algo limitados. Es por ello que mantenemos nuestra recomendación”, sostienen los expertos de esta firma de valores.