Fráncfort (Alemania), 4 ago (.).- La compañía alemana de bienes de consumo Beiersdorf (DE:BEIG), fabricante de la marca Nivea, incrementó el beneficio neto atribuido en el primer semestre hasta 364 millones de euros, un 4,6 % más que en los mismos meses del año anterior.
Beiersdorf informó hoy de que la ganancia operativa mejoró en el mismo periodo un 1 %, hasta 513 millones de euros.
La facturación bajó entre enero y junio hasta 3.358 millones de euros, un 1,3 % menos que un año antes, por los efectos negativos de los tipos de cambio.
"Beiersdorf pudo mantener con éxito su ritmo de crecimiento rentable y evitar desarrollos negativos", dijo el presidente de la compañía, Stefan F. Heidenreich.
Pero se mostró cauteloso porque "los consumidores están cada vez más desconcertados como consecuencia de los acontecimientos políticos y económicos en muchos países y eso incrementa más la presión competitiva".
"En este entorno, tener éxito es todo menos obvio. Beiersdorf sigue apostando por sus puntos fuertes: sus marcas, fuerza de innovación y la ampliación de su presencia en mercados de crecimiento", dijo su presidente.
"En general somos cautelosamente optimistas para todo el año", advirtió Heidenreich.
La división de consumo de Beiersdorf, que también produce otras marcas como Eucerin, La Prairie y Hansaplast, redujo las ventas en el primer semestre un 1 %, hasta 2.798 millones de euros, por los tipos de cambio de divisas, pero incrementó el beneficio operativo un 3,4 %, hasta 424 millones de euros.
La rentabilidad operativa sobre las ventas mejoró en esta división hasta el 15,1 % (14,5 % un año antes).
Las ventas de Nivea subieron un 4,2 %, las de Eucerin un 1 % y las de 6,2 %.
La división de adhesivos Tesa redujo el volumen de negocios en los mismos meses un 2,7 %, hasta 560 millones de euros, y el resultado operativo un 9,2 %, hasta 89 millones de euros.
La rentabilidad sobre las ventas en esta división bajó al 16 % (17,1 % un año antes).
Beiersdorf dijo que la facturación se mantuvo estable en el negocio industrial y con consumidores finales en Europa y América pero en Asia bajó porque la demanda de la industria electrónica es débil.