París, 29 nov (.).- El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, pidió este miércoles al nuevo Gobierno español que compense los gastos adicionales en sus prioridades políticas con recortes en otros sectores, dada la necesidad de ajustar el déficit.
"Los gastos adicionales en terrenos prioritarios deben acompañarse de recortes en otros menos prioritarios. Es un ejercicio de equilibrio", señaló Cormann al ser interrogado sobre España durante la presentación a la prensa del informe semestral de Perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Preguntado sobre las promesas que ha hecho el Ejecutivo de Pedro Sánchez para llevar a cabo nuevos programas sociales y con los independentistas catalanes para condonar una parte de la deuda autonómica, el secretario general señaló que es importante que un Gobierno elegido aplique su programa, pero también tener en cuenta la situación de las finanzas públicas.
La economista jefe, Clare Lombardelli, añadió que ellos trabajan en un examen de las diferentes partidas presupuestarias para establecer un análisis coste-beneficio.
Lombardelli señaló, por otra parte, que también se puede actuar por el lado de los ingresos con un esfuerzo para luchar contra la evasión fiscal, la utilización de nuevas herramientas digitales para mejorar los controles fiscales y al mismo tiempo proteger a la población más vulnerable.
En el capítulo dedicado a España de su informe, la OCDE envía un mensaje claro al nuevo Gobierno: hace falta un mayor ajuste presupuestario para mantener la deuda a un nivel controlado.
Los autores del estudio son menos optimistas que el Gobierno sobre el ritmo de reducción del déficit público. Calculan que se quedará en el 3,2 % del producto interior bruto (PIB) en 2024, y no en el 3 % que prevé el Ejecutivo, y en el 3,1 % en 2025, y no en el 2,7 %.
Con carácter general, la OCDE advierte a los países miembros de que sin cambios en las políticas presupuestarias, la deuda pública aumentará en más de 60 puntos porcentuales de PIB de aquí a 2040, debido, en particular, al impacto del envejecimiento de la población.
No hay una proyección específica para España, pero sí para los países del G7. En el caso de Japón, su deuda con la dinámica actual superaría ampliamente el 200 % del PIB en 2040, y se acercaría mucho a ese umbral simbólico en Italia y Estados Unidos.
Las recomendaciones de la OCDE para corregir esa situación es, de entrada reducir el déficit con la eliminación de las ayudas que se han activado en los últimos años, o por lo menos que vayan dirigidas de forma selectiva a las poblaciones más necesitadas.
También intervenir para moderar los costos del envejecimiento de la población con reformas de los sistemas de pensiones y un aumento de la tasa de actividad (sobre todo con la extensión de la vida activa), invertir en educación, digitalización y descarbonización, eliminar barreras a la competencia y reactivar el comercio internacional.