Tokio, 26 mar (EFE).- La Bolsa de Tokio registró hoy su peor caída en los últimos dos meses contagiada por la jornada negra de la víspera en Wall Street, y debido también a la apreciación del yen frente al dólar.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una bajada de 275,08 puntos, un 1,39 por ciento, y se situó en las 19.471,12 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 23,19 puntos, un 1,46 por ciento, hasta las 1.568,82 unidades.
Desde la apertura, el parqué tokiota mostró una tendencia a la baja en línea con la bolsa neoyorquina, donde los principales indicadores acumularon su tercer día de pérdidas tras una sesión marcada por un mal dato económico y en la que volvió a pesar la fortaleza del dólar.
Tokio rompió así su buena racha del último mes, en el que el Nikkei ha acumulado una subida superior al 6 por ciento, mientras que en lo que va de año ha crecido un 13 por ciento.
"El Nikkei ha dado un paso atrás tras alcanzar los 20.000 puntos, pero esto debería servir como oportunidad para volver a empezar con fuerza", afirmó en este sentido el analista Hiroichi Nishi, de SMBC Nikko Securities, en declaraciones a la agencia Kyodo.
Además, la divisa nipona se fortaleció frente al dólar, que se cotizó en la zona baja de los 119 yenes, su nivel más bajo en el último mes, lo que perjudicó especialmente a los grandes exportadores nipones.
En este sentido, destacan las caídas del gigante tecnológico Sony (TOKYO:6758), del 3,3 por ciento, y del fabricante automovilístico Nissan Motor (TOKYO:7201), del 2,1 por ciento.
Entre los más beneficiados de la jornada estuvo el sector energético, donde empresas como JX Holdings y Japan Petroleum Exploration avanzaron un 6,9 por ciento y un 1,4 por ciento respectivamente gracias a la recuperación de los precios del petróleo.
En la primera sección, 1.558 valores avanzaron hoy frente a 242 que retrocedieron, mientras que 76 cerraron en tablas.
El volumen de negocio alcanzó los 2,795 billones de yenes (21.242 millones de euros), por encima de los 2,562 billones de yenes (unos 19.533 millones de euros) de la víspera.