Santiago de Chile, 19 junio (.).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, afirmó este domingo que la decisión de cerrar la fundición cuprífera de Ventanas "es una decisión difícil", pero aseguró tener la "convicción que es la correcta".
El mandatario chileno realizó estas declaraciones en un contexto marcado por la movilización progresiva de trabajadores de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) en contra de la determinación del directorio, luego de múltiples episodios de intoxicación por contaminación.
"Reitero que todo el cobre se seguirá procesando exclusivamente en fundiciones de CODELCO y que ningún trabajador quedará sin su fuente laboral", publicó el mandatario chileno a través de su cuenta de Twitter (NYSE:TWTR), enfatizando el mensaje que entregó a la ciudadanía el pasado viernes.
Por otro lado, los sindicatos de la gigante estatal del metal rojo anunciaron ayer la preparación de un paro nacional que incluirá a todas las divisiones a lo largo del país, desplegándose en diversos territorios y plantas durante toda la semana.
Esta misma mañana, un grupo de cientos de trabajadores de la fundición Ventanas se reunieron en las afueras de la empresa, ubicada en la bahía de Quintero-Puchuncaví, en pleno litoral central chileno, para manifestar su desacuerdo con la decisión del gobierno.
“El anuncio que dio el presidente Boric obviamente no nos parece correcto, y eso es la movilización que vamos a hacer a nivel nacional junto a la Federación de los Trabajadores del Cobre. Vamos a estar toda la semana con manifestaciones afuera de fundición Ventanas y haciendo sentir nuestro malestar por el cierre de nuestra planta”, señaló el secretario del Sindicato Turnados Codelco-Ventanas, Antonio Licuime.
A juicio de los trabajadores, la fundición está siendo usada como "chivo expiatorio", en tanto la zona está saturada de actividad industrial con 18 plantas distribuidas en poco más de ocho kilómetros de costa.
Sin embargo, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, precisó que si bien no puede "asegurar al 100 % de que no volvamos a tener un peak de dióxido de azufre" en la zona tras el futuro cierre de la fundición de Codelco Ventanas, que requiere ser visado por el Congreso, "habiendo apagado la fuente responsable del 62 por ciento de las emisiones, es muy alta la probabilidad de que no vuelva a ocurrir".
La bahía de Quintero-Puchuncaví, 160 kilómetros al noroeste de Santiago, fue declarada en 1993 como "zona de sacrificio ambiental", territorio abandonado al deterioro industrial y la contaminación, afectando de manera permanente la salud de la población humana y la biodiversidad.
En su mensaje del pasado viernes, Boric quiso además dar tranquilidad a los operadores de la planta en cuestión, comprometiéndose a "no dejar solos a los trabajadores y sus familias (...) Nuestro gobierno está tomando todas las medidas necesarias para que esta decisión que va en directo beneficio de la población, no genere consecuencias negativas sobre los y las trabajadores de la empresa".
Durante las últimas semanas, múltiples casos de intoxicación con hasta más de 100 estudiantes afectados se han registrado en diversas escuelas secundarias de la zona.
A lo largo de los años, miles de alumnos de múltiples establecimientos educacionales han mostrado síntomas como mareos y dolores de cabeza, cuadros que pueden evolucionar en vómitos, desmayos y pérdida de sensibilidad en las extremidades, como ocurrió con la intoxicación masiva por dióxido de azufre ocurrida a fines de 2018.