Londres, 18 nov (EFE).- La lucha internacional contra los
paraísos fiscales ha hecho aumentar la presión sobre dependencias de
la Corona británica que, según denuncian algunos países europeos,
cumplen una función similar.
Se trata de las islas de Guernsey y Jersey, en el canal de la
Mancha, la de Man, entre Inglaterra e Irlanda, y algunos territorios
del Caribe como las islas Vírgenes Británicas, las islas Caimán y
Bermudas, según informa hoy el Financial Times.
Recientemente, un alto funcionario del ministerio británico de
Finanzas llamado Stephen Timms señaló a las tres islas del Canal que
su sistema de fiscalidad corporativa, que permite a muchas empresas
con sede allí no pagar impuesto alguno, resulta cada vez más
inaceptable para algunos Estados de la Unión Europea.
La ONG británica "Tax Justice Network", que aboga por la justicia
fiscal, publicó el mes pasado un informe según el cual algunos
países poderosos como China son tan culpables de los flujos ilícitos
de fondos como los paraísos fiscales habitualmente denunciados.
La ONG mencionaba expresamente a Hong Kong (China) y a Irlanda
junto a los sospechosos de siempre: Suiza, Luxemburgo y las islas
Caimán.
Guernsey y otras dependencias de la Corona británica se salvaron
de las críticas cuando el G20 las colocó en una "lista blanca" de
centros financieros mientras que criticó a países como Suiza por no
hacer lo suficiente contra el secreto bancario.
Sin embargo, señala el Financial Times, las complicadas
relaciones de Guernsey con otros centros financieros "está creando
problemas": así, la mitad de sus depósitos bancarios viene de bancos
suizos que "supuestamente reciclan el dinero de los extranjeros que
evaden impuestos en otros paraísos fiscales para evitar la retención
fiscal".
Un reciente informe de un miembro conservador de la Cámara de los
Lores, lord Hunt, pedía a Guernsey que redujese su dependencia de
ese tipo de depósitos en respuesta a los llamamientos globales a
favor de una mayor transparencia.
"El problema no son los bancos o reguladores de Guernsey, sino lo
que ocurre en otras jurisdicciones de las que proceden los fondos
que llegan a Guernsey", señaló el legislador británico.
Luxemburgo, Austria y otros países a los que se ha obligado a
renunciar al secreto bancario exigen ahora un mayor control sobre
otras vías existentes para ocultar la propiedad de los activos
financieros.
Suiza y esos otros países europeos señalan que hay también otras
formas de evadir impuestos como son las compañías pantalla
registradas en Delaware y otros Estados norteamericanos así como los
llamados "trusts", instrumentos para la gestión y transferencia de
activos muy habituales en Gran Bretaña y sus dependencias.
"Espero que quienes tratan de pelearse con nosotros reaccionen
con igual fuerza contra los trusts británicos o la legislación
fiscal de algunos Estados norteamericanos", reclamó este año el
primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.
El ministro de Finanzas austríaco, Josef Pröll, se mostró de
acuerdo con el político luxemburgués al señalar que si la campaña
del G20 contra los paraísos fiscales "se centra sólo en el secreto
bancario y no se fija en los instrumentos de inversión anónimos, se
dará una ventaja competitiva a la banca anglosajona en detrimento de
la europea (continental)".
Guernsey y las otras dependencias de la Corona benefician
fuertemente a la City de Londres, que sólo en el segundo trimestre
de este año recibió, según el FT, 224.000 millones de euros de esa
procedencia.
Estados Unidos por su parte absorbe miles de millones de dólares
de capitales de inversores extranjeros que no sólo están exentos de
impuestos, sino que se benefician igualmente de una buena dosis de
secreto bancario ya que ese país sólo procede al intercambio
automático de información bancaria con Canadá.
Por otro lado, según el último informe de Merrill Lynch sobre la
región de Asia y Pacífico, conforme la Unión Europea aumenta su
presión sobre los paraísos fiscales europeos, cada vez más ricos de
ese continente miran en dirección a Singapur y Hong Kong como
centros donde invertir sus activos. EFE