Bruselas, 18 ene (.).- La Comisión Europea quiere ofrecer ayudas equivalentes a las que dan otros países a la industria de tecnologías limpias para evitar que estas se trasladen a jurisdicciones con mayores subsidios y energía más barata, como Estados Unidos y China, y fijar objetivos de producción en el sector para 2030.
Así lo trasladó el comisario europeo de Mercado Único, Thierry Breton, al pleno de la Eurocámara después de que ayer la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunciase un plan industrial para impulsar las tecnologías limpias y la competitividad europeas, en respuesta al plan de subsidios verdes de Washington.
"La ley de reducción de inflación (de EE.UU.) está en el centro de todas las preocupaciones, pero no nos equivoquemos, China también anima a empresas con fuerte intensidad energética a deslocalizar una parte de su producción permitiendo acceso a electricidad barata y un entorno reglamentario menos estricto. El riesgo de deslocalización es importante", dijo Breton.
La respuesta, argumentó, debe ser crear una base industrial europea fuerte en tecnologías verdes, para lo que serán fundamentales la ley industrial de emisiones cero, anunciada ayer por Von der Leyen, así como la flexibilización de las normas de subsidios para el sector.
"La ley industrial de emisiones cero permitirá fijar objetivos reglamentarios claros para una base manufacturera de tecnologías limpias de aquí a 2030", dijo el comisario francés.
La norma se inspirará de la Ley Europea de Chips presentada el año pasado, que fijó la meta de producir en Europa un 20 % de los semiconductores del mundo en 2030, y buscará potenciar la producción de baterías, paneles solares o aerogeneradores, citó como ejemplo.
"Crearemos condiciones propicias para la fabricación de tecnologías limpias en Europa, gracias en primer lugar a una carga administrativa reducida y procedimientos de concesión de permisos acelerados", dijo.
"La modificación y aceleración de las reglas de ayudas de Estado, incluyendo ofrecer una intensidad de ayuda equivalente a aquellas de los países terceros, permitirá apoyar a las fábricas de producción de tecnologías limpias", añadió.
Bruselas también prevé usar las licitaciones públicas para impulsar la demanda de tecnología europea y cree que será necesaria financiación a nivel europeo para asegurar que todos los países pueden apoyar a su industria y garantizar la competencia igualitaria dentro de la UE.
A esperas de debatir la creación de un "fondo de soberanía" propuesto por Von der Leyen a mediados de año cuando se revise el presupuesto plurianual, "necesitamos soluciones de financiación a corto plazo", defendió Breton.
La mayoría de grupos del Parlamento respaldó el objetivo de impulsar la industria europea, subrayando en muchos casos que el esfuerzo llega tarde, pero advirtieron del riesgo de embarcarse en una competencia a base de subsidios con Estados Unidos o China y, más aún, entre los propios Estados de la UE.
"Esperamos que sea específica, busque el mayor impacto potencial, no solo la cifra más alta, que sea flexible al usar los fondos existentes, acelere los procedimientos y sea una solución para todos, no solo para unos pocos afortunados", dijo la eurodiputada del PPE Esther de Lange, sobre la propuesta, que la Comisión prevé presentar el 1 de febrero.
El socialista Dan Nica argumentó que la UE no puede competir con China o EE.UU. solo a base de más subsidios y llamó a establecer un sistema para compensar los precios de la energía, más altos en Europa; mientras que la diputada liberal Dita Charanzova dijo que debería buscarse que las empresas se queden en Europa por su entorno empresarial y regulación, no que "cojan los subsidios y se vayan".
"Relajar las reglas no es una buena idea, necesitamos un fondo de solidaridad permanente como el fondo de recuperación tras la pandemia", defendió por su parte Sara Matthieu, de los Verdes.
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