Barcelona, 29 jul (.).- CaixaBank (BME:CABK), que ha obtenido en el primer semestre del año un beneficio de 1.573 millones de euros, cree que el nuevo impuesto a la banca que prepara el Gobierno es "injusto, distorsionador y contraproducente" y le costará este ejercicio entre 400 y 450 millones.
CaixaBank ha presentado hoy los resultados de los seis primeros meses del año, que son un 62 % inferiores a los del mismo período del año pasado, cuando ganó 4.181 millones por los efectos contables de la fusión con Bankia (BME:BKIA). En base comparable, el beneficio de CaixaBank registra un crecimiento del 17,1 %.
El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha asegurado en rueda de prensa que el segundo trimestre ha sido "francamente positivo" y que el grupo está tomando impulso tras haber prácticamente completado el proceso de integración con Bankia.
IMPULSO DE LA ACTIVIDAD .ERCIAL
El directivo ha explicado que la elevada actividad comercial ha permitido que los ingresos por servicios compensen la caída del 3,6 % del margen de intereses.
Su previsión es que este margen se mantenga en negativo en los próximos meses, pero que empiece a remontar a final de año y consolide su mejoría en 2023, gracias a la subida de los tipos de interés.
La mejora de los resultados se apoya también en la disminución en un 5,6 % de los gastos recurrentes por las sinergias de la fusión y la reducción del 16,8 % de las dotaciones para insolvencias.
La rentabilidad (ROTE) se sitúa a cierre del semestre en el 7,9 %, en línea con el obtenido el pasado ejercicio, y la ratio de morosidad se reduce cuatro décimas respecto a finales de 2021, hasta el 3,2 %, el menor nivel desde diciembre de 2008.
En el ámbito comercial, Gortázar ha destacado la buena evolución de la concesión de crédito, con un aumento de la producción de hipotecas del 58 %, de la financiación al consumo del 21 % y de los créditos a empresas del 57 %.
NUBES EN EL HORIZONTE
El directivo se ha mostrado convencido de que la economía se va a deteriorar en próximos trimestres, pero ha remarcado que el banco cuenta con un fondo colectivo de provisiones de 1.257 millones para hacer frente a las consecuencias derivadas de la pandemia, la inflación o la invasión rusa de Ucrania.
"Este fondo nos permite estar muy tranquilos para afrontar el escenario económico", ha señalado el consejero delegado de CaixaBank, que estima que la economía española crecerá un 4,2 % este año y se desacelerará hasta el 2,4 % en 2023.
En este contexto de incertidumbre económica, la entidad también deberá hacer frente al nuevo impuesto a la banca que pretende crear el Gobierno y que gravará al 4,8 % el margen de los intereses y las comisiones que cobran las entidades financieras.
UN IMPUESTO "INJUSTO Y CONTRAPRODUCENTE"
La tasa, con una vigencia de dos años, será obligatoria para los bancos cuyos intereses y comisiones cobradas a los clientes superaran los 800 millones de euros en 2019. Las entidades deberán hacer frente al pago de la obligación en 2023 y 2024 en base a los resultados de los años anteriores.
CaixaBank calcula que la tasa tendrá este año un impacto "muy significativo" en sus cuentas, de entre 400 y 450 millones, y todavía no ha hecho estimaciones sobre el coste en el próximo ejercicio.
Gonzalo Gortázar se ha mostrado muy crítico con esta medida, que ha calificado de "injusta, distorsionadora y contraproducente", además de "equivocada y errónea".
Según ha dicho, el impuesto es "injusto" porque su creación parte de la base de que los bancos están teniendo unos resultados extraordinariamente elevados, y "eso no es cierto". La rentabilidad media del sector, ha recordado, "es baja", pues se sitúa en el 5,37 %, y la previsión de los analistas es que siga cayendo este año.
También cree el consejero delegado de CaixaBank que el impuesto es "distorsionador", pues afecta solo a aquellas entidades cuyos intereses y comisiones superaron los 800 millones en 2019.
Ha apuntado, en este sentido, que la banca española compite con entidades extranjeras que tienen sucursales en España y que no alcanzan estos ingresos, por lo que no van a estar sujetas a este gravamen. Tampoco los fondos buitre van a tener que pagar la tasa. "¿Vamos a dejar que ellos sean más competitivos? No me parece razonable", ha subrayado.
APUESTA POR EL DIÁLOGO
CaixaBank considera asimismo que la nueva figura fiscal, tal y como está diseñada, distorsiona la normativa bancaria europea, que pide que se repercutan todos los costes a la hora de hacer una previsión de la concesión de crédito.
La nueva normativa, en cambio, prohibirá por ley que la banca traslade a los clientes el impuesto. La CNMC y el Banco de España serán los encargados de vigilar que esto se cumpla.
El directivo, por último, ha asegurado que la proposición de ley que han presentado PSOE y Unidas Podemos es "contraproducente", pues las crisis pasadas han demostrado que cuando el sector financiero se halla en una buena posición, estas son más cortas y menos profundas.
Pese a su total desacuerdo con este nuevo impuesto, Gortázar ha asegurado que la relación con el Gobierno "siempre ha sido buena y sigue siendo buena", y ha apostado por mantener el diálogo abierto para intentar dar un paso atrás en esta medida.
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