Versalles (Francia), 11 mar (.).- El canciller alemán, Olaf Scholz, insistió hoy en su rechazo a una prohibición de las importaciones de gas ruso, aunque negó que Alemania esté actuando de freno en esa propuesta, que defiende Estados Unidos, y aseguró que es la posición común europea.
"Es una decisión consciente, fundamentada y comprensible. No podemos interrumpir por nuestra parte esas importaciones", aseguró Scholz, en su comparecencia ante los medios tras la cumbre de la Unión Europea (UE) de Versalles, en Francia.
Hay consenso a escala de la UE en que "debemos ser, paso a paso, menos dependientes del gas, el petróleo y el carbón ruso", prosiguió, para añadir que, hoy por hoy, "estamos en una posición distinta a la de Estados Unidos", en alusión a su menor dependencia de esos suministros.
"Estamos muy de acuerdo en esta postura", respondió, a la pregunta de si Alemania estaba actuando de freno a esa prohibición, en el contexto de sus socios de la UE, debido a su mayor dependencia energética de los suministros rusos.
Un 55 % de las importaciones de gas a Alemania proceden de Rusia, porcentaje algo más bajo para el carbón -un 50 %-, mientras que en lo que respecta al petróleo se sitúa en el 35 %.
Scholz evitó comentar el intento de mediación que, según trascendió ayer, está llevando a cabo el excanciller Gerhard Schröder ante el presidente ruso, Vladímir Putin, al parecer por cuenta propia y sin haber avisado previamente ni a su Partido Socialdemócrata (SPD) ni al gobierno.
"Tomaremos nota de los resultados, cuando se produzcan", se limitó a responder, preguntado por esa cuestión, para incidir luego en los múltiples esfuerzos a escala de líderes que, tanto él como el presidente francés, Emmanuel Macron, están llevando a cabo ante el jefe del Kremlin.
Scholz se propone mantener este fin de semana una nueva conversación telefónica con Putin, cuyo objetivo prioritario es, dijo, "que callen las armas".
Schröder está bajo fuertes presiones por su relación con Putin y desde el SPD, su partido y el de Scholz, se le ha instado a dejar sus cargos relacionados con el gasoducto Nord-Stream.
El excanciller (1998-2005) preside el consejo de administración del Nord Stream y el consejo de vigilancia del consorcio ruso Rosneft (MCX:ROSN), además de estar nominado para ingresar en el de Gazprom (MCX:GAZP) en junio.