SANTANDER (Reuters) - Los secretarios generales de Comisiones Obreras y de la Unión General de Trabajadores pidieron el lunes la creación de una banca pública en torno a la nacionalizada Bankia (MADRID:BKIA)
como instrumento para reactivar el crédito en España.
"Hoy la apuesta por el crédito pasa necesariamente porque no se malvenda el último vestigio de banca pública, me refiero a Bankia, que representa el 24 por ciento del sistema financiero español o (al menos lo) representaba y con esta pieza se configure un banco público", dijo el secretario general de CCOO Ignacio Fernández Toxo durante unas jornadas económico-financieros celebradas por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander (MADRID:SAN).
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, puso el acento del banco público en la necesidad de canalizar la financiación a la pequeña y mediana empresa, en un momento de tímida reactivación del crédito en España, que todavía no está llegando a todas las capas sociales.
Durante la crisis financiera española, el grupo BFA-Bankia fue el principal receptor de las ayudas públicas a la banca española con un total de 22.424 millones de euros.
Si bien Toxo no pidió volver al modelo anterior de cajas de ahorros, que en la práctica ha desaparecido casi en su totalidad, sí consideró el "modelo de un banco público con gestión profesional" como la mejor solución para impulsar el crédito de la mano del apoyo del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
En la actualidad, el Estado tiene a través del FROB, cien por cien propietario de la matriz BFA, algo más de un 60 por ciento de Bankia, después de vender en febrero de 2014 un 7,5 por ciento por 1.304 millones de euros.
El Gobierno ha defendido como un éxito casi propio la recuperación de resultados de Bankia como la mejor estrategia para devolver las ayudas públicas a través de la venta gradual de la participación estatal.
CREACIÓN DE UN PARQUE PÚBLICO DE VIVIENDAS
Toxo también pidió el lunes la creación de un parque público de viviendas sociales con parte de los inmuebles que se quedó el denominado banco malo español o Sareb, que fue una de las condiciones de las ayudas europeas de 41.300 millones al Gobierno español para sanear el sector financiero español.
"Se trata de rescatar a las personas. La política social se debe orientar en esa dirección, defensa a ultranza y atención a las personas en situación de mayor necesidad", dijo Toxo.