Madrid, 2 feb (.).- El presidente de la patronal hotelera Cehat, Jorge Marichal, ha advertido este miércoles del riesgo de perder al mercado británico si España sigue poniendo restricciones a su entrada en el país, en concreto a los menores de 18 años y, por tanto, al turismo familiar, mientras sus competidores las quitan.
Si España pierde a mercados tan importantes como el británico porque deciden, para Semana Santa de este año y para el verano, dirigirse a otros destinos "más racionales en cuanto a medidas sanitarias, nos costará un esfuerzo inconmensurable volverlos a recuperar, si es que lo hacemos", ha alertado Marichal.
España no puede seguir restringiendo la movilidad de personas, cuando hay países dentro de la Unión Europea que ya han declarado el fin de la pandemia (el caso de Dinamarca) o que permiten el acceso de ciudadanos de terceros países (caso del Reino Unido) con una prueba diagnóstica negativa como está haciendo Grecia.
Si bien al principio de pandemia las restricciones del Reino Unido sorprendían por su gravedad, no es menos cierto que ahora las han rebajado, conforme la situación se normaliza, pero "somos ahora nosotros los que las estamos extremando", ha recordado.
A su juicio, se ha demostrado que la variante ómicron no impide que los vacunados se contagien y puedan contagiar, por lo cual ha quedado obsoleto el hecho de exigir certificados distintos a ciudadanos de diferentes países.
Según el presidente de Cehat, España está a tiempo de volver a la racionalidad de medidas de control sanitario acordes a la situación que vivimos tras dos años de pandemia.
"Estamos a tiempo de poner sentidiño y sensibilidad en este sector que tanto aporta a la felicidad dentro y fuera de nuestras fronteras", ha insistido.
"Dejemos pues que sean las medidas sanitarias y el sentido común los que marquen el paso hacia la normalidad y no las decisiones estrictamente políticas que tanto daño pueden hacer a nuestra economía", ha subrayado.
Aunque la patronal entiende que en los momentos iniciales de la pandemia "pudiera reinar cierta improvisación", en su opinión, tras casi dos años, "ya no hay más espacio" para seguir tomando medidas que van contra el sentido común ni contra la economía.
Marichal propone que, si España no es capaz como país de inventar soluciones imaginativas, por lo menos emule "a aquellos que sí lo hacen" y copie las suyas y las mejore o adapte a la realidad.