Lisboa, 9 feb (.).- Centenares de personas convocadas por los sindicatos marcharon hoy en varias ciudades de Portugal para protestar contra el aumento del coste de la vida y exigir un incremento general de los salarios y un control de los precios.
La jornada, bautizada como "día nacional de indignación, protestas y lucha", fue convocada por la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP) y suscrita por los sindicatos adscritos a esta organización, con marchas en Lisboa, Oporto y otras ciudades del país.
"El Gobierno está maltratando al país porque ningún país se desarrolla con bajos salarios, con precariedad, con horarios largos y no regulados, con los jóvenes emigrando", dijo en declaraciones a periodistas en Lisboa la secretaria general de la CGTP, Isabel Camarinha.
Camarinha abogó por controlar los precios porque el Ejecutivo socialista "tiene que garantizar que trabajadores y pensionistas no pasan hambre ni empobrecen".
En la capital portuguesa, la protesta reunió a varios centenares de personas, según medios locales -no hay cifras oficiales-, que marcharon hasta la Asamblea de la República para pedir soluciones.
A los manifestantes, de diferentes sectores públicos y privados, se unieron varios líderes políticos de la izquierda, que también apelaron al Gobierno a dar soluciones ante el aumento del coste de vida.
"El Gobierno puede tener mayoría absoluta pero no puede quedarse indiferente a lo que está pasando", dijo en declaraciones a periodistas el secretario general del Partido Comunista Portugués (PCP), Paulo Raimundo, que pidió un "aumento general de salarios y fijación de precios".
También dejó críticas al Ejecutivo liderado por António Costa la líder del Bloco de Esquerda, Catarina Martins: "Es imposible que el Gobierno diga que está todo bien y que después haya personas con tantas dificultades en el día a día".
Martins avisó de que "las mayorías sociales revuelven las mayorías absolutas" y apuntó también a la falta de respuesta de los partidos de la derecha.
En Oporto marcharon igualmente varios centenares de personas.
La jornada se completó con varias protestas y huelgas sectoriales por todo el país, como en los hospitales y en la administración local.
"Portugal sigue siendo un país de profundas injusticias y desigualdades", denunció la CGTP en su convocatoria, en la que señaló que los salarios mínimo (760 euros) y medio son "muy bajos" y que el 70 % del empleo que se crea es precario.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) luso difundió este jueves que el salario bruto medio cayó en Portugal un 4 % en términos reales en 2022 por la inflación y se situó, de media, en 1.411 euros.